El mal momento vivido por miles de pasajeros también es un eslabón más para la irritabilidad de la población.
Santo Domingo.– ¡Cuidemos el Metro de Santo Domingo! las dos fallas presentadas en un mismo día por el más importante sistema masivo de transporte público deben tomarse como una advertencia del descuido y la ineficacia, resultando indefendible cualquier argumento que pretenda ser justificable.
El mal momento vivido por miles de pasajeros también es un eslabón más para la irritabilidad de la población y, peor aún, constituye un elemento de desconfianza en dicho transporte, que representa para muchos un alivio económico e incluso emocional, porque evitar tapones evita un mal momento.
Las fallas demuestran que hay mucho que mejorar y deben investigarse a fin de establecer responsabilidades, y de no alimentar el morbo que en estos tiempos corre y se establece como si fuera una verdad infalible.