TEGUCIGALPA.- El papa Francisco felicitó este domingo al cardenal nicaragüense, Leopoldo José Brenes Solórzano, con motivo de su 35 aniversario de consagración episcopal.
«Querido hermano, con ocasión de tu onomástico te hago llegar mi felicitación, mientras me uno a tu acción de gracias a Dios por los beneficios que derrama sobre tu vida», escribió el sumo pontífice al cardenal nicaragüense, según la carta leída durante la eucaristía celebrada en la Catedral de Managua.
Francisco, el primer papa latinoamericano, pidió a Jesús que asista a Brenes Solórzano, también arzobispo de la arquidiócesis de Managua, «con la sabiduría y fuerza del espíritu santo para que tu servicio pastoral a su santo pueblo fiel sea signo de su permanente amor misericordioso».
«Te aseguro mi cercanía fraternal y te imparto mi bendición», concluyó Francisco.
La Arquidiócesis de Managua elevó una oración por los 35 años de consagración episcopal del cardenal Brenes, quien fue ordenado como obispo el 19 de marzo de 1988, junto a monseñor Abelardo Mata, obispo ya retirado.
El encargado de negocios del Vaticano en Managua, monseñor Marcel Diouf, quien abandonó Nicaragua el viernes pasado, también envió un mensaje de felicitación al cardenal Brenes.
Los 35 años de consagración episcopal se cumplen en momentos en que la Nunciatura Apostólica en Nicaragua cerró su sede en Managua, después de que el Gobierno del presidente Daniel Ortega le planteara al Vaticano suspender las relaciones diplomáticas la semana pasada tras las declaraciones del papa Francisco que calificó como «dictadura grosera» al Ejecutivo sandinista.
La sede de la Nunciatura en Managua quedó bajo resguardo del Gobierno de Italia, a través de su embajada en Managua, de acuerdo con el Vaticano.
El Gobierno nicaragüense informó el domingo pasado «que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas», luego de las declaraciones del papa Francisco.
El papa Francisco apuntó que el Gobierno de Ortega en Nicaragua era una «dictadura grosera«, un mes después de la condena del obispo nicaragüense Rolando Álvarez a 26 años y 4 meses de prisión, según una entrevista publicada el viernes de la semana pasada.
«Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio», aseveró el papa Francisco al portal argentino Infobae desde su residencia de Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, con motivo del décimo aniversario de su papado.
El pasado 21 de febrero, el mandatario nicaragüense calificó de «mafia» a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.