Floriana (Malta).- El papa Francisco celebró hoy una misa ante cerca de 20,000 personas en la plaza de Los Graneros de la ciudad de Floriana, en su segundo día de visita a Malta, y en su homilía les instó a ser «testigos incansables de la reconciliación».
En el lugar en el que también celebraron misa Juan Pablo II y Benedicto XVI en sus anteriores viajes, el pontífice dedicó la homilía a recapacitar sobre el perdón y dijo que la vida de la mujer adúltera «cambió gracias al perdón. Incluso se podría pensar que, perdonada por Jesús, aprendió a su vez a perdonar».
En su reflexión sobre el perdón ante las decenas de miles de fieles que llenaron la plaza en este país donde el 85% de la población se declara católica y que ha recibido al papa con entusiasmo, Francisco les pidió que se conviertan en » testigos incansables de la reconciliación».
Para Dios «no existe la palabra irrecuperable» porque es «un Dios que siempre perdona, que sigue creyendo en nosotros y nos brinda a cada momento la posibilidad de volver a empezar. No hay pecado o fracaso que al presentarlo a Él no pueda convertirse en ocasión para iniciar una vida nueva, diferente, en el signo de la misericordia», dijo.
Además, criticó a aquellos que sólo «denuncian los pecados» y salen «en busca de los pecadores».
«No volveremos a señalar con el dedo, sino que empezaremos a ponernos a la escucha. No descartaremos a los despreciados, sino que miraremos como primeros aquellos que son considerados últimos», les indicó.
Aunque aquejado de dolor de rodilla, que fue evidente durante el viaje, Francisco no renunció a pasearse entre los fieles en papamóvil tanto este sábado, en su llegada al santuario de Ta Pinu, como hoy entre los fieles de la plaza de los Graneros.
Su viaje de tan sólo 36 horas a Malta concluirá esta tarde con una visita a un centro de migrantes, en el que el papa volverá a lanzar su mensaje a favor de la acogida en un país que mantiene mano dura contra la migración y el salvamento en el mar.
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