SINGAPUR.- El Parlamento de Singapur debate este lunes la derogación de la ley que penaliza el sexo homosexual -la sección 377A, herencia del periodo colonial británico-, si bien discute en paralelo una enmienda constitucional para blindar el matrimonio como una unión exclusivamente heterosexual.
«Ha llegado el momento de eliminar la sección 377A. Humilla e hiere a la población gay», dijo este lunes durante su intervención en el Parlamento el ministro de Justicia, K.Shanmugan.
Se desconoce todavía si la votación de la derogación en el Parlamento unicameral tendrá lugar este lunes o el debate se interrumpirá y retomará el martes o en otro momento.
La votación se prevé que transcurra sin sorpresas, con el gobernante Partido de Acción Parlamentaria (PAP) contando con 83 de los 93 escaños electos, y después de que el primer ministro, Lee Hsien Loong, anticipara en agosto que era «oportuno» despenalizar el sexo entre hombres.
Mientras las enmiendas constitucionales requieren el apoyo de al menos dos tercios del parlamento, otros cambios legislativos, como la derogación de la 377A, solo exigen la mayoría simple.
FIN DE LA CRIMINALIZACIÓN
«Para cada persona gay, incluso si la sección 377A no se aplica, es una espada que pende sobre su cabeza, un recordatorio diario de que cada vez que mantiene relaciones sexuales en la privacidad de su dormitorio, está cometiendo un crimen», añadió el ministro de Justicia.
En vigor desde 1938, la sección 377A contempla penas de hasta dos años de cárcel para hombres que “acometan actos de grosera indecencia” con otro hombre, y, aunque lleva años sin aplicarse, su anulación se considera de forma efectiva el fin de la criminalización de la homosexualidad en Singapur.
Su derogación sucedería a la de la India en 2018, si bien dicha sección aún permanece vigente en otras excolonias británicas, como las vecinas Malasia y Birmania (Myanmar).
BLINDAJE DEL MATRIMONIO HETEROSEXUAL
En paralelo, los diputados isleños discutieron hoy una enmienda constitucional para blindar la definición de matrimonio como la unión exclusiva de una mujer y un hombre, y que resulte más difícil disputarla en los juzgados.
Se trata de un varapalo para la comunidad LGBTI pensado para apaciguar a la influyente comunidad conservadora y religiosa de la semiautocrática isla, con un 33 % de población budista, cerca del 20 % cristiana y un 14 % musulmana, además de otros credos minoritarios.
«La unidad es muy importante. Y, aunque no hay solución perfecta, creo que la fórmula que hoy planteamos da a Singapur la mejor posibilidad para continuar unidos», dijo hoy un diputado del PAP, que gobierna la isla desde su independencia en 1965.
En este sentido, Masagos Zulkifli, el ministro de Desarrollo Social y Familiar, también encargado de la cartera de Asuntos Musulmanes, dijo que la enmienda constitucional proporcionará «más protección» a la definición de matrimonio y a otras políticas vinculadas a la misma, entre ellas de vivienda o adopción.
Actualmente, estas normas favorecen a los matrimonios y a las familias el acceso a las casas subvencionadas por el Gobierno, donde vive alrededor del 80 por ciento de la población, mientras que las personas solteras solo pueden solicitarlas a partir de los 35 años.
La utilización de técnicas de reproducción asistida y la adopción también se permiten solo a matrimonios en Singapur.
Una realidad que hace que, si bien la comunidad LGBTI ha dado la bienvenida a la derogación de la 377A, subraya el largo camino aún por recorrer en igualdad de derechos en la ciudad-Estado asiática.
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