Londres.- El precio del barril de petróleo Brent para entrega en marzo cerró este viernes en el mercado de futuros de Londres con una caída del 10,32 % respecto a su precio al final del año anterior, debido a un nuevo descenso en la última negociación.
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures este viernes en 77,04 dólares frente a los 85,91 dólares que costaba el Brent para marzo de 2023 el pasado 30 de diciembre, última sesión de 2022.
En total, supone una caída de 8,87 dólares frente a hace un año.
Respecto a la negociación de ayer, jueves, cuando terminó en 78,39 dólares, el Brent se dejó hoy un 1,72 % de su valor, o 1,35 dólares.
El año para el Brent ha sido un vaivén de sensaciones, que fueron desde rozar los 100 dólares a finales de septiembre a alcanzar mínimos cercanos a los 70 dólares en las últimas semanas.
Pese a todo, la robusta producción estadounidense y la débil demanda global han mantenido a lo largo del año los precios en torno a la barrera de los 80 dólares, que es donde los analistas creen que se mantendrán en 2024.
Los recortes en la producción anunciados por la OPEP y sus aliados influyeron en las variaciones registradas, en un contexto macroeconómico marcado por la fuerte inflación, que llevó a los bancos centrales a subir los tipos para enfriar la economía.
Además, la fortaleza del dólar estadounidense y la subida de los bonos de ese mismo país en los últimos meses repercutieron sobre la tendencia del crudo en los últimos meses.
Los precios abrieron 2023 con volatilidad, marcados por el tope de 60 dólares impuesto por el G7 al petróleo ruso. En abril, la decisión de la OPEP+ de recortar el bombeo de 1,16 millones de barriles al día, encabezada por Arabia Saudí, disparó el coste del crudo.
Ni siquiera ese anuncio logró sacar al Brent de la tendencia a la baja, por lo que en julio Riad emprendió unilateralmente recortes de un millón de barriles diarios, algo a lo que se unió un mes después Rusia, con una reducción de 300,000 barriles.
Al extender ese recorte hasta final de año, las potencias petroleras consiguieron por fin elevar los precios, que en el caso del Brent llegaron a crecer un 27 % entre julio y septiembre, cuando llegó a cotizarse a casi 97 dólares.
Sin embargo, las preocupaciones acerca del estado de la economía global acabaron imponiéndose a los recortes y a los efectos de la guerra en Oriente Medio, devolviendo al Brent a unos niveles cercanos a los 80 dólares.
Pese a que la OPEP+ decidió, en una controvertida reunión a finales de noviembre, un nuevo recorte de cara a 2024, el mercado puso en duda que algunos países vayan a cumplir ese compromiso y el progresivo efecto de las medidas monetarias sobre el estado de la economía deprimió al crudo a sus niveles más bajos del año.
En las últimas sesiones de 2023, el Brent parece haber remontado algo el vuelo, principalmente por los problemas en el comercio global generados por los ataques de las milicias hutíes sobre los navíos mercantes en el mar Rojo.
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