SANTO DOMINGO.– Una mujer con 36 semanas de embarazo está bajo investigación por las autoridades por supuesta estafa al programa Supérate, sin embargo, alegó que no forma parte de la red delictiva ni conoce a los implicados, al tiempo que aseguró que su caso se dio a conocer porque a ella le pareció fuera de lo normal la cantidad de dinero con la que contaba su tarjeta.
Este es el caso de Sumayra Matos García, residente en el municipio Fundación de Barahona, quien hoy debe presentarse a un tribunal para conocer la medida de coerción en un caso en el que insiste no tiene nada que ver, en momentos que su proceso de gestación está en la recta final.
Matos García indica que a inicio del año pasado fue beneficiada con el programa bajo la modalidad de presentar la cédula en el establecimiento, aseguró que hasta mayo estuvo cobrando el dinero que depositaba el Gobierno de manera normal y que a partir de esta fecha el dinero no estaba disponible, aún esperando el tiempo que le indicaban para que cayera el efectivo.
En julio fue víctima de robo, le informaron que en colmados de Santo Domingo y Azua utilizaron el dinero que le correspondía, hasta que en noviembre le entregaron un plástico, el cual, según comentó, debía pasar a activar en febrero.
En febrero asiste a la oficina, le retiran la tarjeta que le habían entregado y firma el acuse de recibo de otro plástico que lleva su número de cédula en la parte trasera, según manifestó al ser entrevistada en El Despertador.
Explicó que al recibir la tarjeta le informaron que debía pasarla el día 4 de marzo, ella fue a un establecimiento el día 5 y por casualidad pidió que le pasaran el plástico para ver si disponía de fondos.
Tras cinco intentos ella creyó que estos fondos correspondían al dinero que no había percibido en meses anteriores, pero la persona que le atendía continuó pasando la tarjeta, la que llegó a imprimir 49 transacciones con montos que superan los diez mil pesos.
Según el relato de la hoy imputada en un caso de estafa al Estado, se preocupó debido a lo inusual de la situación y mientras investigaban con las autoridades su caso en la oficina del comercio, se presentaron agentes del DICRIM y la Policía Nacional, un militar enviado de ADESS desde Santo Domingo, la fiscal de Barahona y el síndico.
La ciudadana manifestó la sorpresa que le produjo que esta comitiva estuviera tras ella, que según cuenta es la víctima, y no al comercio ni a quien le asistía ni se detuvieron a revisar el «verifon» donde pasaron su tarjeta, con la que tenía menos de dos semanas y la que hoy le dicen no está a su nombre.
Sumayra Matos García esperaba que la llamaran para asistir a su audiencia al momento que conversaba con los panelistas de El Despertador, y en todo momento defendió su postura de inocencia y expresó su incertidumbre e incredulidad al ser acusada de algo que ella misma se prestó a denunciar y solicitó su investigación.
Espera que tras esta entrevista su caso sea escuchado y le presten ayuda para esclarecer su caso, debido a que considera que no tiene nada que ver en este caso de estafa.
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