REDACCIÓN.- Un grupo de empresas españolas generó polémica al ofrecer a sus empleadas la posibilidad de acceder a “descuentos” para congelar sus óvulos y retrasar así la maternidad; un anuncio considerado por sus críticos como un beneficio para la empresa y no para la mujer.
El Club de las Primeras Marcas de la Comunidad Valenciana (España) anunció en noviembre que habían alcanzado un acuerdo con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) para que las mujeres de estas empresas que lo desearan pudieran acceder a descuentos a la hora de congelar sus óvulos.
Este Club agrupa a unas 20 empresas de distintos sectores de las ciudades españolas de Valencia, Alicante y Castellón, y cuenta con unos 25 mil empleados.
El acuerdo contempla un 10% de descuento en el tratamiento de “vitrificación”, es decir, la congelación de los óvulos a -196 grados, que cuesta de media unos tres mil euros.
En un artículo publicado en el diario El Mundo, el fundador del IVI, José Remohí, aseguró que dentro de unos años la congelación de óvulos será “una necesidad social”. “Si en los años 50 la píldora anticonceptiva fue una revolución sexual para la mujer, darle libertad a la maternidad es una revolución social”, precisó Remohí.
Mujeres, madres y trabajadoras responden
Sin embargo, diversas representantes de la sociedad española criticaron este anuncio, al considerar que ofertas de este tipo son beneficiosas sólo para las empresas y no para las mujeres, y menos aún para la promoción de la maternidad.
Esther Jiménez, decana de la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de Cataluña, aseguró: “Vamos hacia un suicidio demográfico e iniciativas de este tipo se venden como un beneficio social, cuando en realidad es un beneficio para la empresa, que no ve interrumpida la productividad de sus trabajadoras”
Esther Jiménez, junto con Nuria Chinchilla y Marc Grau, publicaron un estudio sobre “Maternidad y trayectoria profesional” para el IESE Business School de la Universidad de Navarra.
“Nuestro estudio manifiesta que a más del 50% de las mujeres aún se les pregunta si tienen o quieren tener hijos en entrevistas de trabajo. Eso es porque la maternidad les estorba. Y esas mismas empresas son las que, ‘generosamente’, ofrecen esos programas invitando a retrasarla”, destacó Jiménez.
El artículo también recoge las declaraciones de Gemma Fabregat, profesora de Derecho del Trabajo en la Universidad de Valencia (España), que considera esta oferta de las empresas como “un retroceso en materia de igualdad”.
“No puede ser nunca un beneficio que te inviten a no ser madre hasta… ¿los 60 años? Yo lo veo como una intromisión en la intimidad de la trabajadora, una manera de distinguir a unos y otros. Creo que es contrario a la Constitución y no debería incluirse en los convenios laborales”, subraya.
Fabregat también insiste en que a pesar de ser una oferta voluntaria, es igualmente condicionante. “Da igual lo que te digan. Te condicionan sí o sí porque hay un momento en el que tienes que compartir tu vida privada con la empresa. Y entonces pueden preparar una batería de medidas encaminadas a tu despido”.
Incluso desde los sindicatos de trabajadores consideran una medida deficiente para la maternidad y para la mujer.
Coti Ibarra, secretaria de la Mujer del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en la Comunidad Valenciana, asegura que con medidas de este tipo se envía un mensaje a la mujer de que “para mantener el empleo hay que retrasar la maternidad, porque es un obstáculo. Que a los 40 ya sí podemos renunciar a nuestras carreras, quizá cuando al empresario no le seamos tan útiles”.
Usué Medinaveitia, fundadora del movimiento #mamiconcilia, también declaró a El Mundo que “no tiene sentido que te incentiven a retrasar la maternidad congelando óvulos, y que cuando tengas hijos a los 40 años te conviertas en un problema para la empresa, por pedir una reducción de jornada, flexibilidad o teletrabajar”.
Medinaveitia también precisa que “es más difícil conciliar la vida familiar y laboral cuanto mayor eres, porque tienes menos energía, y también es más difícil volver al mercado laboral tras levantar el pie del acelerador por la crianza cuando tienes más años”.
Según el artículo del diario El Mundo, la congelación de óvulos “por motivos sociales”, ha aumentado en un 261% en los últimos cinco años, mientras que por “motivos médicos” también aumentó en ese periodo de tiempo, pero en un 125%.
El 84% de las mujeres que realiza tratamientos de congelación de óvulos no lo realizan por “razones de enfermedad que puedan impedir la maternidad futura”.
El perfil de las mujeres que accede a la congelación de óvulos tiene de media 37 años y casi el 80% tiene estudios universitarios.
FUENTE: aciprensa
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