Allí, sobre todo allí, en el “Gordo de la Semana” y en “Con Freddy y Punto”, nos encontramos muchas veces.
Innumerables veces.
En momentos de alegría…
…en situaciones de tristeza.
Siempre acompañado de un humor genial y exquisito, y un diálogo franco e impactante.
Temas trascendentes.
Exposiciones riesgosas.
Momentos duros.
Debates fuertes.
Reflexiones valiosas
Testimonios de vida, lucha, amor y amistad.
En esos espacios siempre encontré una sonrisa, un abrazo sincero, una frase estimulante, un lugar para exponer lo injustamente prohibido, para la denuncia audaz y hasta intrépida; un punto de encuentro con la verdad perseguida. Encontré respeto, cariño y solidaridad sin límites.
Aquel Abril de ensueños nos abrazó para siempre.
Orlando nos unió aun más.
Y como a él, cuando “se marchó para quedarse”, le ruego.
Freddy:
“No olvides nunca esta bella isla de tus desvelos.”
“No olvides sus hermosos valles y lindas montañas.”
“Sus mares espectaculares.”
“Sus playas serenas o caribes.”
“Sus llanuras sembradas o desérticas.”
“Sus entretenidos caminos y bulliciosos poblados.”
“Sus campos y ciudades repletas de sol, tristeza y alegría.”
“No olvides su gente sencilla.”
“Sus dulces mulatas.”
“Sus altivos muchachos.”
“Recuérdate del pueblo llano y de su incansable lucha por la libertad”.
Lucha inconclusa. Libertad en buena medida pendiente
Déjanos aquí, Gordo del Pueblo, a tu Morrobel, el de Hoyo Grande, para que nos ayude a conquistarla en toda sus dimensiones y profundidades, con mucho humor y amor.