“El equipo de evaluación generalmente ha quedado impresionado con el sistema; IFES no identificó ninguna deficiencia de pudiera causar preocupación por el uso de este sistema en las próximas elecciones”.
Con esta contundente y esclarecedora declaración la Fundación Internacional para Sistemas Electorales despeja toda duda y da un sólido espaldarazo de respaldo al sistema automatizado del voto a ser utilizado de manera parcial en las próximas elecciones municipales de mediados de febrero.
Se trata de la entidad que por intermediación de la embajada de los Estados Unidos y con el respaldo de la USAID acaba de completar el proceso de pre-evaluación del sistema, cuyo informe completo será dado a conocimiento público en la primera semana de febrero.
La Fundación, que seguirá dando asistencia técnica a la Junta, analizó la funcionalidad, auditabilidad, seguridad y mecanismos de transmisión del sistema de votación automatizado, así como la cadena de custodia y código fuente.
Los avales de la institución no pueden resultar más sólidos. Su experiencia está respaldada por el trabajo de campo llevado a cabo desde 1987 a los fines de mejorar los ciclos electorales, habiendo trabajado en 145 países, tanto de democracias consolidadas como en vías de desarrollo.
Equivalente a un auto de fe el informe echa por tierra las críticas vertidas sobre la transparencia y confiabilidad de las elecciones, las mas de las veces si no en su totalidad carentes de toda base real de sustentación.
En su mas reciente Carta Pastoral con motivo de la festividad de La Altagracia, la Conferencia del Episcopado Dominicano llamó a respaldar el trabajo de la Junta Central Electoral. Esa misma exhortación la acaba de dirigir a la clase política, monseñor Agripino Núñez Collado, de nuevo en actualidad mediática con motivo de la reciente publicación del primer tomo de sus Memorias. Es también la posición adoptada por voces responsables y distintas entidades de la sociedad civil. Es, además, la única sensata.
La Junta ha estado desplegando un intenso trabajo de organización de las elecciones más complejas que registra la historia política del país, por lo que requiere y es merecedora de respaldo. En vez de ponerle piedras en el camino, lo que procede es allanarlo de obstáculos para que el proceso transcurra sin trabas ni inconvenientes, pueda reflejar con la mayor nitidez la voluntad del electorado y contribuya a fortalecer la institucionalidad democrática.
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