SANTO DOMINGO.- Bajo el titilar de luces en un escenario donde lo imposible se convierte en realidad, nace «Animago», un libro que es más que papel y tinta; es un portal a un universo donde la magia y la infancia se entrelazan de manera sublime. Este compendio, curado por el visionario Fico Concetti, es un tributo a los magos infantiles de Iberoamérica, un colectivo que, con varita en mano, transforma el asombro en una lengua universal. Entre este elenco de estrellas, el Mago Mai de Venezuela brilla con luz propia, compartiendo su viaje mágico y sus reflexiones más íntimas sobre el arte de encantar a los más pequeños.
«Animago» se despliega a través de 375 páginas de pura ensoñación, con más de 100 afiches y fotografías que capturan la esencia de 54 magos provenientes de 15 países, cada uno narrando los secretos detrás de sus éxitos, fracasos y todo lo que habita en el espacio intermedio. Es una oda a la magia infantil, revelando no solo cómo se construyen los actos que dejan boquiabiertos a niños y adultos, sino también el porqué detrás de cada gesto, cada palabra y cada ilusión.
El Mago Mai, con una carrera adornada por el cariño incondicional de su audiencia juvenil, ofrece en «Animago» una ventana a su alma. Su narrativa trasciende los trucos de magia; es un testimonio de amor, dedicación y una inquebrantable fe en el poder de la magia para unir corazones. «Estar en ‘Animago’ es un honor inmenso. Este libro es el resultado de la visión de Fico Concetti de unir a una comunidad dispersa pero unida por una pasión común: llevar la alegría y el asombro a los niños a través de la magia», expresa Mai, cuyas palabras resuenan con la sinceridad de quien ha encontrado su vocación.
La magia de Mai no reside únicamente en su habilidad para ejecutar trucos impresionantes; radica en su capacidad para conectar con el espíritu libre y curioso de la infancia. «Animago» es el escenario perfecto para que Mai revele cómo ha perfeccionado este arte, compartiendo historias de cómo transformarse en un niño más entre su audiencia le ha permitido capturar su atención y sus corazones. «La magia es mi lenguaje, mi forma de comunicarme con el mundo. A través de ella, puedo ser quien soy realmente: un niño con muchos años, explorando el mundo con asombro y fascinación», reflexiona.
En este libro, Mai y sus colegas desentrañan los hilos de su oficio, abordando desde la importancia del vestuario y la escenografía hasta las sutilezas del marketing y la interacción con el público. Pero más allá de los aspectos técnicos, «Animago» es una exploración de la filosofía que sustenta la magia infantil. «No se trata solo de entretener, sino de educar, inspirar y, sobre todo, de abrir mentes a la posibilidad de que en este mundo hay más de lo que nuestros ojos ven», dice Mai, subrayando la responsabilidad que conlleva el ser un mago para niños.
«Animago» también es un diálogo entre generaciones de magos, donde los veteranos comparten su sabiduría con los recién llegados, y estos últimos aportan frescura y nuevas perspectivas. Mai, con su característico entusiasmo, celebra esta sinergia: «Aprender de mis colegas, compartir escenario con ellos a través de las páginas de ‘Animago’, ha sido una experiencia profundamente enriquecedora. Fico Concetti ha creado algo más que un libro; ha forjado una comunidad».
Este libro, entonces, no es solo una colección de secretos bien guardados o un manual de cómo convertirse en un mago exitoso; es un testimonio del poder de la magia para transformar vidas, tanto de los que la practican como de aquellos que son tocados por ella. El Mago Mai, a través de su participación en «Animago», no solo comparte su arte, sino que también invita a los lectores a creer en la magia, a buscarla en los rincones más inesperados de la vida y a recordar que, en el corazón de cada adulto, vive un niño que anhela ser maravillado.
«La magia, en su esencia, es un recordatorio de que la vida está llena de misterios y bellezas esperando ser descubiertas», continúa Mai, cuyas experiencias destiladas en «Animago» sirven como faro para aquellos que buscan profundizar en el arte de la magia infantil. «Cada acto mágico, cada sonrisa que logramos provocar en los niños, es una victoria contra la monotonía y el escepticismo del mundo adulto», afirma con convicción.
Este ilusionista venezolano también habla sobre la importancia de adaptarse y mantenerse relevante en un mundo donde la atención de los niños es disputada por innumerables distracciones. «Animago» no solo aborda estas cuestiones contemporáneas, sino que también ofrece estrategias innovadoras para captar y mantener la atención de los más jóvenes, demostrando que la magia es un arte en constante evolución.
El compromiso de Mai con la magia va más allá de los escenarios y los trucos; es un compromiso con el futuro, con la posibilidad de un mundo donde la imaginación y la bondad prevalezcan. «Participar en ‘Animago’ me ha permitido contribuir a ese futuro, compartir mi granito de arena con magos de toda Iberoamérica y, juntos, sembrar la semilla de la maravilla en las próximas generaciones», reflexiona.
Al cerrar nuestra conversación, el Mago Mai se muestra reflexivo pero lleno de esperanza. «Animago» es más que un capítulo en su carrera; es una confirmación de que la magia importa, de que tiene el poder de unir, enseñar y sanar. Este libro es una invitación abierta a redescubrir el asombro, a ver el mundo a través de los ojos de un niño y a creer, una vez más, en lo imposible.
«Animago», con sus páginas llenas de color, creatividad y corazón, se alza como un testimonio de lo que significa ser mago en el siglo XXI: un puente entre la tradición y la innovación, entre la realidad y el sueño, entre el adulto y el niño que todos llevamos dentro. La participación del Mago Mai en esta obra no solo enriquece su contenido, sino que también subraya la universalidad y la atemporalidad de la magia, recordándonos que, en un mundo que a menudo parece desprovisto de maravillas, la magia es una fuente inagotable de esperanza y alegría.
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