SANTO DOMINGO.- Sentarse en sus galerías o caminar cerca de la cañada se ha convertido en verdadero peligro para estos munícipes, quienes afirman que tanto los mosquitos como el hedor que emana del lugar los mantiene en zozobra.
Pero hay otros que están a punto de perder su vivienda debido a la situación, y este es el caso de doña Mireya Rodríguez de 62 años, quien casi sin poder pronunciar palabras pide ayuda para poder mudarse del lugar.
En tanto, otros afectados hacen un llamado a los sectores aledaños para que no tiren basura en las calles, ya que por la ubicación de la cañada todo termina allí, poniendo en riesgo a los residentes del lugar.
Los comunitarios de la calle Paco Ureña en Pantoja de los Alcarrizos, han realizado algunos esfuerzos para mejorar la situación, pero no han logrado destapar la alcantarilla.
Cuando llueve el peligro aumenta y es que según los comunitarios ya algunos niños han sido arrastrados por la cañada, por lo que piden la intervención de las autoridades y evitar que alguien pierda la vida por la situación.
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