SANTO DOMINGO.- La violencia, el afán por el dinero, la mentira y el hedonismo se han convertido en las verdaderas pandemias que amenazan a los pueblos, estableció este miércoles la Conferencia del Episcopado Dominicano que, en su carta pastoral por el Día de Nuestras Señora de La Altagracia, exhortó a su feligresía a contrarrestar esos males en procura de evitar un colapso del seno familiar.
Los obispos mostraron su preocupación por las acciones negativas que protagoniza una parte de la población, alegando que “el país vive bajo la influencia de una sociedad neopagana, marcada por la cultura de la muerte, que tiene como objetivo la destrucción de la familia”.
“Los muchachos ahora mismo han confundido la educación con estos tiempos de una música que lo que tira es letra basura”, señalan.
Sostienen que para romper con ese flagelo se requieren de “corazones pacíficos” que protejan a las familias, ante las manifestaciones pandémicas de la violencia: como el “maltrato a la niñez, burlas y acoso entre alumnos, además de vandalismos, peleas callejeras, trata de personas, terrorismo, armamentismo”
“En República Dominicana lamentablemente vamos decayendo en cuanto es la educación, ya los profesores no les dedican tiempo a los niños y los padres tampoco por la situación económica tienen el tiempo para dedicarle a sus hijos el tiempo debido”, sostienen.
En la misiva para conmemorar a Nuestra Señora de la Altagracia, los obispos destacan que la mentira es la más peligrosa de las pandemias, debido a que irrumpe como portadora de la verdad.
La cúpula Católica lamenta que el afán por el dinero es otra de las manifestaciones pandémicas, símbolo del comercio que rige la vida de los pueblos.
“El afán desmedido por el lucro conlleva a consecuencias fatales en la vida de cada ser humano”, resaltan.
Afirman que “como trasfondo está la idolatría del dinero que se alza como alternativa al Dios único” y advierten que “los ilusos piensan que quien más bienes consiga, más asegurada tienen la supervivencia en este mundo”.
“Por eso hay muchas frustraciones, muchas veces de peloteros que no firmaron, artistas que no pegaron una canción y comienzan entonces a delinquir para estar a igualdad de sus líderes que ellos quisieron imitar”, explican.
El hedonismo es la otra expresión de pandemia que arrastra a gran parte de la humanidad a los “falsos paraísos terrenales del alcohol, drogas, sexo, dinero fácil que en vez de felicidad, produce mucho dolor y esclavitud”.
Los obispos llamaron a la población a romper con los miedos y acercarse más a Dios para poner fin a lo que ellos consideran como la peor pandemia, como calificaron a la anemia espiritual que afecta a los pueblos.
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