Redacción internacional.- Desde hace años existen diversos estudios que discuten los beneficios y los riesgos de consumir cafeína por la mañana. Algunas investigaciones afirman que su ingesta solamente traería beneficios, mientras que otras hablan de los peligros que podría producir en el organismo.
Implementar ciertas prácticas antes de tomar el café matutino generaría cambios positivos. “Puede tener un impacto significativo en la digestión, el estrés, el equilibrio hormonal, la energía y mucho más”, explicó Abigail Hueber, experta en salud digestiva, consultada por Well+Good, el portal norteamericano especializado en bienestar.
En lugar de ingerir café de manera automática al levantarse, se sugiere una estrategia previa. Beber café con el estómago vacío podría desencadenar una liberación excesiva de las hormonas del estrés como adrenalina y cortisol.
“El cortisol es una hormona importante que deseamos que se libere por la mañana, pero el golpe de cafeína con el estómago vacío puede provocar una liberación excesiva de cortisol y desencadenar una respuesta de estrés innecesaria que puede afectar negativamente nuestro intestino, nuestras hormonas, nuestras glándulas suprarrenales y nuestra energía”, explicó Hueber.
Según Hueber, el escenario ideal es retrasar el consumo de cafeína durante los primeros 90 minutos después de despertar, ya que esto permite lograr un mejor equilibrio hormonal. En la primera hora luego de levantarse, los niveles de cortisol experimentan la llamada “respuesta de despertar del cortisol”, con subidas y bajadas agudas.
Esta fluctuación refleja un sistema nervioso saludable e impacta en la salud inmunológica e incluso en el riesgo de desarrollar condiciones autoinmunes. Abstenerse de la cafeína durante los primeros 90 minutos ayuda a promover un equilibrio más óptimo de la respuesta de despertar del cortisol y puede brindar un mejor soporte a los niveles de energía durante el día.
Los ácidos del café pueden debilitar el esmalte dental. Por eso cepillarse los dientes inmediatamente luego de consumir café también resultaría perjudicial para mantenerlos blancos. Es recomendable cepillarse antes de beber café o esperar alrededor de 30 minutos después de ingerirlo.
Luego de pasar la noche, es aconsejable reponer los electrolitos perdidos durante el sueño. Hueber sugiere beber 500 ml de una bebida rica en minerales, principalmente potasio y sodio, para lograr una óptima hidratación. El potasio y el sodio desempeñan un papel crucial en diversas funciones corporales, desde las glándulas suprarrenales hasta la regulación de los niveles de azúcar en sangre y el equilibrio hormonal.
Según la nutricionista Hueber, para mantener niveles saludables de azúcar en sangre, se sugiere iniciar el día con media taza de frutos del bosque, una banana, una naranja o un dátil con mantequilla de almendras antes del café matutino, como fuentes de fibra integral.
También puede ser una buena opción una porción pequeña de proteína, ya sea antes o junto al café. Se sugiere añadir una cucharada de colágeno, sin alterar el sabor ni textura del café. La ingesta de fibra y proteína al comenzar el día ayuda a regular los picos de azúcar en sangre, además de aportar otros beneficios como el manejo del estrés y la reducción de la inflamación corporal.
La cafeína lograría disminuir la percepción de esfuerzo en entrenamientos intensos, pero los especialistas advierten sobre posibles efectos adversos. Consumir café antes del ejercicio también podría causar ansiedad durante la sesión. Además, al ser el café y la actividad física estimulantes gastrointestinales, su combinación previa al entrenamiento posibilitaría que se generar urgencias intestinales indeseadas.
Si comienzas tu día recurriendo a la cafeína para sentirte más despierto y alerta, existe una alternativa más saludable para lograr ese mismo efecto. “Exponerse a la luz natural durante la primera hora después de despertarse es una forma importante de mantener un equilibrio hormonal óptimo”, afirmó Hueber.
La doctora Trisha Pasricha, gastroenteróloga en el Hospital General de Massachusetts y profesora en la Escuela de Medicina de Harvard, explicó en un artículo del The New York Times, que no hay evidencia sólida de que tomar café en ayunas cause daños estomacales significativos.
Por su parte, Kim Barrett, de la Facultad de Medicina de la Universidad de California y la Asociación Americana de Gastroenterología, indicó que el estómago tiene mecanismos protectores naturales. Un estudio japonés con una muestra de 8.000 personas no encontró vínculo entre consumo de café y úlceras.
Sin embargo, para Pasricha, el café sí tiene efectos temporales digestivos, como acelerar el tránsito y aumentar la producción de ácido estomacal. Consumirlo solo, sin alimentos, puede reducir más el pH gástrico que con comidas o leche, lo que resultaría problemático para el esófago y causaría acidez.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email