Redacción.- La Dra. Tara Suwinyattichaiporn, experta en sexo y relaciones, expuso que los hombres sexualmente inactivos pueden experimentar una condición muy rara llamada atrofia del pene, donde el tejido del pene puede volverse menos elástico y reducirse de uno a dos centímetros.
Señaló que pasar un mes o más sin tener relaciones sexuales puede hacer que hombres y mujeres experimenten mayores niveles de estrés debido a problemas de frustración sexual, ansiedad, depresión e ira.
Según estos estudios, la falta de conexión sexual puede causar otros impactos psicológicos y hacer que las personas sean más propensas a la infidelidad.
A pesar del apego positivo al sexo, un estudio de la Universidad de California de 2021 encontró que el 38 por ciento de los jóvenes entre 18 y 30 años informaron que no habían tenido parejas sexuales durante el año anterior.
Estos estudios indican que tener relaciones sexuales libera hormonas que te hacen sentir bien, como la oxitocina, también llamada «hormona del amor», la dopamina y la serotonina, que regulan tus emociones y mejoran tu estado de ánimo.
La dopamina es una sustancia química que el cerebro libera para hacerte sentir placer, pero si tu cuerpo no produce suficiente cantidad, puedes desarrollar inseguridades y una menor autoestima.
Otro estudio realizado en 2021 sugirió que las personas con necesidades sexuales insatisfechas pueden desarrollar una frustración que puede conducir a un aumento del comportamiento agresivo.
Esta frustración puede surgir del deseo insatisfecho, de tener relaciones sexuales, de no tener una pareja disponible o de participar en actividades sexuales insatisfactorias que pueden provocar una mayor irritabilidad y cambios de humor.
Ha conducido a un aumento en «los riesgos de agresión, violencia y crimen asociados con la búsqueda de ayuda, la búsqueda de poder, la búsqueda de venganza y la frustración desplazada», según el estudio.
Del mismo modo, cuando una mujer pasa meses sin tener relaciones sexuales, puede provocar atrofia vaginal, lo que hace que las relaciones sexuales sean incómodas y, a veces, dolorosas.
La actividad sexual aumenta el flujo sanguíneo, la lubricación y la elasticidad de los tejidos vaginales, pero sin ella, la mujer puede desarrollar atrofia vaginal (cuando los tejidos se vuelven delgados y secos), lo que puede acortar el canal vaginal, dificultando la penetración.
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