Quito.- Verónica Sarauz, esposa del candidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado en la tarde del miércoles por presuntos sicarios a la salida de un mitin electoral, cree que a lo asesinaron porque enfrentó a las mafias políticas y a narcotraficantes.
«A mi esposo lo asesinaron porque fue el único que se enfrentó a las mafias políticas y a los narcotraficantes de este país», escribió este jueves en su cuenta de Twitter, un día después del atentado en el que falleció el candidato.
Desconocidos dispararon contra Villavicencio la tarde del miércoles cuando salía de las instalaciones de un colegio, donde terminaba un mitin con miras a las elecciones generales extraordinarias del próximo 20 de agosto.
Los ecuatorianos llegarán a las urnas luego de que el jefe de Estado, Guillermo Lasso, disolviera en mayo pasado la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, en momentos en que ésta se disponía a debatir y votar su posible destitución por presunto peculado (malversación), cargo que el gobernante rechazaba.
Al disolver el Parlamento, Lasso aplicó la llamada «muerte cruzada», contemplada en la Constitución, y forzó la convocatoria a elecciones extraordinarias para designar a quien terminará el período para el que él fue elegido, es decir hasta mayo de 2025.
Inmediatamente después de la decisión de Lasso, Villavicencio, que formó parte de la Asamblea Nacional disuelta, expresó su alegría pues cuestionaba la calidad de los legisladores.
INVESTIGACIONES
Una delegación del FBI (Buró Federal de Investigaciones) de Estados Unidos llegará a Ecuador en las próximas horas para apoyar en la investigación del asesinato de Villavicencio.
La llegada del FBI a Ecuador fue confirmada este jueves en redes sociales por el presidente Lasso, quien señaló que solicitó a Washington el apoyo de la agencia federal de investigación para esclarecer este crimen.
Tras conocerse el asesinato de Villavicencio, el Gobierno de los Estados Unidos le había ofrecido al Ejecutivo ecuatoriano «asistencia investigativa urgente» por intermedio de su embajador en Quito, Michael J. Fitzpatrick.
Esta participación del FBI en la investigación del asesinato se enmarca dentro de la estrecha relación que han construido Estados Unidos y Ecuador en los dos últimos años, especialmente desde la llegada al poder de Lasso, con cooperación en distintas materias, incluida la seguridad.
Hasta el momento las autoridades han informado de la detención de seis colombianos, sospechosos de haber participado en el atentado, en el que resultaron heridas nueve personas.
Un sospechoso más murió luego de quedar herido en el intercambio de disparos que los atacantes sostuvieron con el personal de seguridad que resguardaba al candidato.
El ministro del Interior, Juan Zapata, indicó que «por la información preliminar levantada se confirma que los aprehendidos pertenecen a grupos de delincuencia organizada».
El asesinato de Villavicencio, que prometía luchar de manera frontal contra estas bandas y que en las últimas semanas había denunciado amenazas de muerte en su contra, ha conmocionado al país, en medio de una campaña electoral que gira casi exclusivamente en torno a la crisis de seguridad que azota a Ecuador.
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