Se ha mencionado que el contrato prenupcial que la pareja firmó antes de casarse podría limitar la posibilidad de una disputa económica en el proceso de divorcio.
REDACCIÓN.- El esposo Britney Spears, Sam Asghari le pidió el divorcio oficialmente a la cantante a tan solo 14 meses después de haber de contraído matrimonio.
Mientras la artista disfrutaba de su recién recuperada libertad, alejada de la controvertida tutela legal de su padre, la inesperada ruptura con su esposo ha sacudido su mundo personal.
La pareja, cuyo romance inició tras conocerse en el rodaje del vídeo musical «Slumber Party», había dado un paso importante al casarse en junio de 2022. Sin embargo, la relación que parecía sólida se tambaleó recientemente, según informes de medios como Page Six y TMZ. Rumores de una supuesta infidelidad por parte de Spears habrían llevado a un enfrentamiento entre ambos. Aunque la veracidad de estos rumores no ha sido confirmada, el impacto de las especulaciones provocó.
La tensión entre Britney y Sam continuó en aumento durante los días posteriores al altercado, hasta que finalmente se confirmó su separación.
Fuentes cercanas revelan que Sam Asghari, de 29 años, habría tomado la decisión de solicitar el divorcio. Se espera que en breve presente los documentos necesarios para formalizar la separación. Esta inesperada ruptura ha dejado perplejos a los seguidores de la pareja, quienes esperaban que la cantante encontrara la estabilidad y el amor que tanto anhelaba.
Los medios también han destacado detalles sobre la relación tumultuosa entre la pareja. Según fuentes, la mansión que compartían en California ya no muestra rastros de Sam Asghari. Se menciona que el joven actor y modelo dejó de dormir en la casa hace meses debido a los conflictos con el temperamento de Britney. Se rumorea que durante las discusiones, la artista llegaba a elevar la voz y, en algunos casos, utilizaría la fuerza física en contra de su esposo.
A pesar de la abrupta separación, los informes sugieren que el divorcio podría llevarse a cabo de manera amigable.
Se ha mencionado que el contrato prenupcial que la pareja firmó antes de casarse podría limitar la posibilidad de una disputa económica en el proceso de divorcio.
Este contrato, diseñado para salvaguardar la fortuna de Britney, podría evitar complicaciones legales relacionadas con la división de activos. Aunque la noticia ha conmocionado a los seguidores de la artista, se espera que el proceso de divorcio se desarrolle de manera relativamente tranquila, dejando atrás una etapa que, hasta hace poco, parecía promisoria para la cantante.
