Washington.- Estados Unidos se unió este jueves al Reino Unido con una serie de sanciones coordinadas contra Irán con las que buscan «imponer consecuencias» al país tras el ataque a Israel de la semana pasada.
Las acciones se centran en el sector militar y de defensa iraní e incluyen entidades y personas relacionadas con la producción de drones, las herramientas usadas en el ataque lanzado por Teherán el pasado sábado.
Las sanciones estadounidenses fueron dirigidas a 16 personas y dos entidades que Washington asegura están vinculadas a la producción de vehículos aéreos no tripulados.
Entre ellos están individuos que trabajan «en nombre de» la Guardia Revolucionaria Islámica, al igual que empresas fabricantes de automóviles y proveedoras de acero.
A su vez, el Departamento de Comercio impuso nuevos controles para restringir el acceso de Irán a tecnologías como la microelectrónica básica de grado comercial.
El presidente estadounidense, Joe Biden, subrayó en un comunicado que Estados Unidos busca «defender» a Israel y responsabilizar a Irán por el ataque, que calificó de «descarado».
El mandatario aseguró también que el G7 está comprometido a «actuar colectivamente para aumentar la presión económica sobre Irán».
«Hace menos de una semana, Irán lanzó uno de los mayores ataques con misiles y drones que el mundo haya visto jamás contra Israel», afirmó el mandatario demócrata.
Por su parte, la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, explicó en otra nota que las medidas fueron diseñadas para «degradar la actividad maligna de Irán» y reducir los «ingresos que genera» el Gobierno iraní «para apoyar su terrorismo».
«Nuestras acciones hacen que a Irán le resulte cada vez más difícil y costoso continuar con su comportamiento desestabilizador», destacó la funcionaria.
El Reino Unido señaló en sus sanciones, anunciadas también este jueves, a 13 personas e individuos iraníes, entre ellos el ministro de Defensa, Mohammad Reza Ashtiani, y el general Gholamali Rashid de las Fuerzas Armadas iraníes.
También el director de la Organización de Industrias Aeroespaciales, Seid Mir Ahmad Nooshin, así como el centro de coordinación de las Fuerzas Armadas y los cuarteles generales de Khatemolanbia.
A los alto cargos gubernamentales sancionados se le sumaron otros cinco sujetos vinculados al sector de la defensa del país y departamentos militares como la rama naval del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y el cuartel de Khatam al Anbiya que comanda Rashid.
Irán es ya el segundo país del mundo que más sanciones ha recibido tanto por parte de EE.UU. como de naciones europeas, incluyendo el Reino Unido.
Durante el Gobierno de Biden (desde enero de 2021), Estados Unidos ha sancionado a más de 600 personas y entidades relacionadas con Irán y sus aliados de Hamás, Hizbulá y los hutíes del Yemen, entre otros.
Irán lanzó un ataque con misiles y drones contra Israel en represalia por el bombardeo al consulado iraní en Damasco el pasado 1 de abril, en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria y seis ciudadanos sirios.
Israel dijo que responderá al ataque iraní, ante lo que Teherán ha subido el tono de sus advertencias y asegura a su vez que tomará medidas ante cualquier ataque.
Como consecuencia de las sanciones estadounidenses, las propiedades y activos que los implicados puedan tener en EE.UU. quedan congelados y se prohíbe a ciudadanos y empresas estadounidenses tener transacciones con ellos.
Las sanciones británicas implican a su vez la prohibición de entrada al Reino Unido y una congelación de activos en territorio británico.
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