Londres.- Un estudio difundido hoy alerta de que la carga que supone el cáncer de cuello de útero sigue siendo alta en muchos países de rentas medias y bajas, pese a que su incidencia ha disminuido en muchas regiones del mundo, sobre todo Latinoamérica, Asia, Europa Occidental y Norteamérica en las últimas tres décadas.
Según señala un estudio observacional difundido hoy en The Lancet Global Health, en 2020 hubo más de 600.000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero y más de 340.000 muertes por todo el mundo.
La investigación, que señala que el desarrollo de la vacunación del virus del papiloma humano y de programas de escáner han logrado que ese cáncer sea una enfermedad que puede prevenirse, hace un seguimiento del progreso de las tasas de cáncer de cuello de útero e identifica los países y regiones donde es necesario aumentar los esfuerzos para cumplir con los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Deependra Singh, de la Agencia Internacional de Investigación para el cáncer (IARC) de la OMS en Francia, afirma que el estudio halla «disminuciones alentadoras en algunos países de renta alta tras la exitosa implementación de programas de vacuna de HPV y de escáneres como Suecia, Australia y el Reino Unido, aunque a nivel global la carga continúa siendo alta».
«Por todo el mundo, las mujeres deberían estar libres del riesgo de padecer un cáncer que se puede evitar y con el desarrollo de vacunas efectivas y escáneres en los últimos 20 años, contamos con las herramientas para hacer que esto sea una realidad», señala.
El estudio estima las tasas de mortalidad e incidencia en 185 países y analiza la relación entre ese tipo de cáncer y las muertes con relación a los niveles nacionales de desarrollo socio-económico.
Encuentra que en 2020, las tasas de casos de cáncer fueron de 13 por 100.000 mujeres al año y hubo 7 muertes por cada 100.000.
Los expertos vieron que las tasas variaban de forma significativa entre países, por ejemplo, al darse 2 casos en Irak y 84 en Eswatini por cada 100.000 mujeres al año, mientras que las tasas de mortalidad variaban de 1 muerte en Suiza a 56 en Eswatini.
También hallaron una sustancial desigualdad socio-económica a nivel global.
Al observar las tendencias entre 1988 hasta 2017, los autores detectaron grandes declives en los casos en algunos países de Latinoamérica, como Brasil, Colombia y Costa Rica. También en otros asiáticos, como India, Tailandia y Corea del Sur y en Europa del Este, como Polonia, Eslovenia y República checa.
Hubo, en cambio, incrementos en los casos de Europea del este, Letonia, Lituania y Bulgaria y también en Países Bajos e Italia.
Entre los países con las mayores bajadas en tasas de incidencia al año figuraron Brasil (8%), Eslovenia (7%), Kuwait (7%) y Chile (6%); mientras que los mayores incrementos en las tasas fueron detectados en Letonia (4%), Japón (3%), Irlanda (3%), Suiza (3%), Noruega (2%), Irlanda del Norte (2%), Estonia (2%) y China (2%).
Valentina Lorenzoni, de la Scuola Superiore Sant’Anna en Italia, señala que los casos de ese cáncer «son mucho mayores que el umbral acordado por la iniciativa de la OMS para la eliminación del cáncer de cuello de útero en la mayoría de países», con lo que «queda mucho por hacer antes de 2030».
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