REDACCIÓN.- Un equipo científico ha recopilado la lista más completa de variantes genéticas asociadas al riesgo de cáncer de próstata, 451 en total, que servirá para avanzar en su detección precoz y en la toma de decisiones médicas mejor informadas.
El estudio, publicado este jueves en Nature Genetics, se basa en una investigación de 2021 documentada en la misma revista que halló 269 variantes genéticas correlacionadas con el riesgo de este cáncer, basada en una muestra de casi 235,000 hombres. Los nuevos resultados se obtuvieron a partir de información genómica de cerca de 950,000 hombres.
Detrás del trabajo, que incluye un aumento en la representación de hombres de distintos grupos raciales y étnicos, están investigadores de varios centros de la Universidad del Sur de California (USC) y del Instituto de Investigación Oncológica de Londres.
La investigación combinó los datos de prácticamente todos los estudios realizados hasta la fecha que examinaban el ADN en busca de variantes genéticas asociadas al riesgo de cáncer de próstata.
Este es una enfermedad en la que se producen disparidades de salud según los grupos raciales y étnicos: el riesgo de padecerla es aproximadamente un 75% mayor y es más del doble de mortal en los negros en comparación con los blancos, explica la USC en su web.
Sin embargo, los caucásicos suelen estar sobrerrepresentados como participantes en la investigación, lo que hace que estas diferencias sean difíciles de entender y, en última instancia, abordar.
Este nuevo estudio mejora el sistema para medir el riesgo genético, consiguiendo más eficacia a la hora de predecir quién desarrollaría o no cáncer de próstata, y distinguiendo incluso entre la probabilidad de casos agresivos y menos graves entre los hombres de ascendencia africana, resume este jueves un comunicado de la Facultad Keck de Medicina de la USC.
En este sentido, los científicos constataron que las puntuaciones de riesgo más altas basadas en las 451 variantes se correlacionaban con una enfermedad más agresiva en hombres de ascendencia africana.
Para Christopher Haiman, de la USC, «no vamos a aprender todo lo que hay que saber sobre la genética del cáncer de próstata estudiando sólo a hombres blancos».
Además, esta investigación podría sentar las bases para identificar a las personas con mayor riesgo de cáncer de próstata agresivo y permitir su detección precoz mediante cribados más tempranos y frecuentes.
Dado que muchos casos de cáncer de próstata diagnosticados hoy en día podrían no llegar nunca a poner en peligro la vida lo que llevaría a tratamientos innecesarios que pueden degradar la calidad de vida, diferenciar el riesgo de padecer una enfermedad agresiva es clave, aseguran los autores.
«Seguiremos mejorando esta puntuación de riesgo y buscando marcadores que ayuden a distinguir la enfermedad agresiva de la menos agresiva», afirma Haiman, quien no obstante señala que «harán falta ensayos clínicos para evaluar la eficacia de esta puntuación a la hora de ayudar a médicos y pacientes a tomar decisiones».
Además de centros de Estados Unidos y Reino Unido, para reunir toda la información fue necesario un esfuerzo de equipo de más de 300 investigadores de más de 100 instituciones de 26 países.
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