Ex-capo del cartel de Medellín y antiguo socio de Pablo Escobar regresa a Colombia 23 años después

Extraditado en 2001 y condenado en 2003 a 30 años de prisión —reducidos a 25 tras acuerdos de colaboración con las autoridades—, Ochoa regresa a un país donde aún figura en investigaciones abiertas por extinción de dominio.

BOGOTÁ.- Fabio Ochoa Vásquez, excapo del cartel de Medellín y antiguo socio de Pablo Escobar, regresó este lunes a Colombia después de cumplir 23 años de condena en Estados Unidos. Ochoa arribó al Aeropuerto Internacional El Dorado en un vuelo que trasladaba a varios deportados del país norteamericano y fue liberado tras ser recibido por las autoridades migratorias. Su retorno se produce luego de haber cumplido su sentencia por el envío de toneladas de cocaína a Estados Unidos a finales de los años noventa.

Extraditado en 2001 y condenado en 2003 a 30 años de prisión —reducidos a 25 tras acuerdos de colaboración con las autoridades—, Ochoa regresa a un país donde aún figura en investigaciones abiertas por extinción de dominio. No obstante, según Migración Colombia, no tiene cuentas pendientes que impliquen su reclusión inmediata.

Hijo de Fabio Ochoa Restrepo, un reconocido ganadero y caballista, Fabio Ochoa formó parte junto con sus hermanos Jorge Luis y Juan David de las cúpulas del cartel de Medellín, comandado por Pablo Escobar. Este grupo narcotraficante desafió al Estado colombiano durante los años ochenta y noventa. Los Extraditables, como se hacían llamar, presionaron a varios gobiernos colombianos para evitar ser enviados a Estados Unidos, argumentando su derecho a ser juzgados en Colombia. “Preferimos una tumba en Colombia a una celda en Estados Unidos”, era su lema.

En 1990, Fabio Ochoa fue uno de los primeros grandes capos en aceptar la propuesta del Gobierno de entregarse a cambio de penas reducidas y la promesa de no ser extraditado. Cumplió una condena hasta 1996, pero volvió a delinquir al participar en un consorcio que, según la justicia estadounidense, exportó hasta 30 toneladas de droga al mes. Fue capturado en 1999 durante la Operación Milenio, un operativo conjunto con la CIA que marcó un punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico en Colombia.

Tras su llegada a Colombia, Ochoa negó su culpabilidad en los delitos que motivaron su condena en Estados Unidos. “No hice nada pensando en hacer mal”, declaró a los medios al reencontrarse con su familia. Añadió que fue víctima de una injusticia: “Por este caso no soy culpable. Me lo montaron”. Sin embargo, los expedientes judiciales estadounidenses incluyen grabaciones y testimonios incriminatorios que respaldaron su condena.

Además, el excapo enfrenta otros procesos en Colombia. Uno de ellos involucra al empresario de la aviación Luis Guillermo Ángel Restrepo, acusado de presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito por supuestamente financiar la defensa legal de los hermanos Ochoa. Según declaraciones de Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, en 2013, Ángel era el piloto de confianza de los Ochoa.

Fabio Ochoa, ahora de 67 años, no es el único excapo en recuperar su libertad. Juan Carlos Ramírez Abadía, alias Chupeta, exlíder del cartel del Norte del Valle, también cumplió su condena recientemente, mientras que Carlos Lehder, otro socio de Escobar, fue liberado en 2020 y ahora reside en Alemania. La libertad de estos antiguos narcotraficantes reabre el debate sobre su rol en la historia del país y los retos pendientes en la lucha contra el narcotráfico.

El retorno de Fabio Ochoa plantea interrogantes sobre su futuro y las implicaciones legales que podría enfrentar en su tierra natal.