El análisis incluyó datos de 200,000 niños en Bangladesh, India y Nepal para evaluar efectos del calor húmedo extremo.
La exposición prenatal calor húmedo extremo reduce el crecimiento infantil cuatro veces más que solo calor en regiones del sur de Asia.
Redacción Ciencia.- La exposición prenatal al calor húmedo extremo (más de 35 grados combinados con humedad) frena el crecimiento del bebé cuatro veces más respecto a niños que se gestan en condiciones, simplemente, de elevadas temperaturas.
Así lo pone de manifiesto un estudio recogido este viernes en la revista Science Advances, que concluye que el calor y la humedad extremas combinadas componen un ‘cocktail’ extremadamente perjudicial para la salud de los bebes y menores de cinco años,
Concretamente, estudiaron las condiciones de temperatura y humedad en un radio de 10 kilómetros respecto a donde vivían los niños analizados, y calcularon las puntuaciones de estatura para la edad de los menores con el fin de distinguir entre los hitos de altura normales y el potencial retraso en el crecimiento.
Estudios anteriores ya habían demostrado que la exposición prenatal al calor extremo podía provocar innumerables efectos adversos en la salud de los niños, pero hasta ahora nadie había examinado a gran escala el efecto combinado de las altas temperaturas con una humedad elevada.
Esa combinación se intensifica cada vez más en las zonas tropicales del planeta debido al cambio climático, recuerdan los autores.
Sus resultados ponen de manifiesto que el efecto combinado de la humedad y el calor extremo juntos tiene un impacto “muy negativo” en la futura estatura de los niños, mucho mayor que el calor solo.
Solo en el tercer trimestre del bebé, un aumento de una desviación estándar en la exposición al calor húmedo frena el crecimiento infantil cuatro veces más que un aumento derivado de la exposición al calor intenso a solas, sin esos niveles tan altos de humedad.
Ese efecto tan nocivo del calor húmedo se debe, según explican los autores, a que cuando la humedad es tan alta el sudor no puede evaporarse, y el cuerpo no consigue enfriarse de manera eficiente.
Además, la deshidratación que sufren muchas mujeres embarazadas en estas condiciones de calor húmedo elevado puede dar lugar a que se les adelante el parto y pierdan al bebé.
“Nuestros hallazgos apuntan a que la contribución del cambio climático a agravar el calor húmedo y a empeorar la salud infantil está subestimada. Urge mejorar la asistencia médica para mujeres y niños en las zonas del planeta donde se dan estas condiciones y mejorar los sistemas de alerta por fenómenos extremos”, apunta una de las autoras, Kathy Baylis, investigadora de la Universidad de California Santa Barbara.
Los modelos climáticos apuntan a que ante un aumento de la temperatura media global del planeta de 2 grados respecto a niveles preindustriales, más 3 millones de niños del sur de Asia podrían sufrir retrasos significativos en el crecimiento debido a la intensificación del calor húmedo, concluyen los autores.