Lima.- El expresidente peruano Alejandro Toledo (2001-2006) no asistió este martes, por segunda vez consecutiva, a la audiencia judicial de «control de requerimiento mixto» por el delito de lavado de activos que se celebra tras haber sido extraditado este domingo desde Estados Unidos.
«Mi patrocinado ha requerido que no va a participar en la audiencia», anunció su abogado, Roberto Su, al ser consultado por el juez encargado del caso, Richard Concepción Carhuancho, sobre la posibilidad de que Toledo participe en la audiencia de forma virtual desde el penal de Barbadillo, donde ha sido recluido.
El abogado agregó que su defendido tenía que ser sometido a unas «revisiones médicas» en prisión y por ese motivo había decidido no asistir.
Aunque el juez había pedido al abogado que Toledo se presente en la audiencia de este martes, aceptó la posición del exmandatario y pidió que se le diga que «siempre va a haber la disponibilidad del juzgado para que pueda conectarse a cualquier audiencia».
Concepción Carhuancho ya había señalado el lunes que, por tratarse de un control de acusación, fase previa al eventual inicio de un juicio oral, «no hay obligación» de que Toledo participe en las audiencias.
Medios locales informaron este martes que este proceso de control judicial de acusación puede extenderse durante un año y medio, aunque el equipo fiscal encargado del caso espera que dure unos meses.
El diario La República recordó que durante esta etapa el juez realiza, junto a la Fiscalía y los abogados, «un minucioso y detallado análisis» de la acusación, para determinar que los cargos penales hayan sido descritos con claridad, exista una correspondencia con el tipo penal descrito y los hechos estén individualizados para cada acusado.
Además, se evalúa cada una de las pruebas «para determinar que han sido obtenidas legalmente y que efectivamente demuestran los hechos que señala la Fiscalía».
En la primera audiencia, celebrada este lunes, el fiscal José Domingo Pérez admitió que deberá subsanar errores de forma en la acusación sobre el delito de colusión que ha hecho contra otros implicados en este caso.
Toledo, de 78 años, fue recluido durante la noche de este domingo en el penal de Barbadillo, donde también están los expresidentes Alberto Fujimori (1990-2000) y Pedro Castillo (2021-2022), para cumplir una prisión preventiva de 18 meses a raíz del proceso abierto en su contra por un presunto lavado de activos.
Previamente, el exgobernante asistió el domingo a una audiencia de control de identidad, y luego fue puesto a disposición del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) para que sea llevado al penal.
Toledo es acusado por la Fiscalía de haber recibido un soborno de 35 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht para adjudicarle la construcción de varios tramos de la carretera Interoceánica Sur durante su Gobierno.
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