Exsenadora colombiana Piedad Córdoba se ofrece a mediar entre el ELN y el gobierno

REDACCIÓN.- La interrupción del diálogo de paz entre el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) este miércoles, generó incertidumbre y preocupación en gran parte de la sociedad colombiana.

En ese contexto, la exsenadora, militante por los derechos humanos y actual candidata a presidenta, Piedad Córdoba, se ofreció como mediadora.

«Ofrezco mi capacidad y experiencia, allá donde ellos consideren que puedo ayudar», publicó en su cuenta de Twitter, hablándole directamente a los equipos negociadores de ambos lados. «Desde temprano trabajé por la paz, antes éramos unos pocos, hoy somos millones. La paz es ya irreversible», añadió en el mismo tuit.

Córdoba también hizo hincapié en que la necesidad de alcanzar un acuerdo no es sólo para beneficio de las partes, sino «para la gente sencilla de este país». Y enfatizó que «en los momentos de incertidumbre» los pueblos «demuestran su coraje, su determinación y su valor». Por eso «todos y todas sin distinción, debemos empujar este proceso de paz».

Cabe recordar que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ordenó a su equipo negociador regresar de Quito, Ecuador, donde se iba a iniciar la quinta ronda de diálogo con el ELN. La decisión fue tomada luego de que la guerrilla realizara una serie de ataques una vez finalizado el cese al fuego acordado hasta el 9 de enero.

Si bien ambas partes habían manifestado su voluntad de extender la suspensión de hostilidades, no se había logrado todavía ningún acuerdo al respecto.

Asimismo, el ELN había remarcado que el Gobierno venía incumpliendo su palabra, ya que a pesar del supuesto cese, persistían los crímenes contra líderes sociales por parte de paralimitares y el Ejército.

De acuerdo al Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), citado por el diario El Tiempo, fueron 170 los referentes comunitarios muertos durante 2017. «La mayoría de la elite dominante sigue pensando en lucrarse de la guerra», como se vio en 2017, que fue «un ejemplo trágico de cómo el régimen fortaleció su máquina de guerra y recrudeció el genocidio de líderes populares que se le oponen», apuntó la guerrilla en un comunicado oficial.