Extrapolaciones

Pese al gadejo y disconformidad leonelistas, las primarias no quedaron deslegitimadas, como las elecciones bolivianas. Si hubiesen probado irregularidades, cualquiera entendería su porfiado despecho de “perdíos”. Pero ningún observador local ni foráneo ha documentado válida o fehacientemente las mudadizas y endebles argucias alegadas por Leonel Fernández y sus acólitos.

Algoritmo, intervención de transmisión de data, ‘hackeo’, compra de cédulas, variación digital del conteo y otros cuentos, han quedado como embustes, fantasías o alucinaciones. No hay ningún fundamento honesto para la campaña incesante de los voceros leonelistas contra la JCE; al discursear su huida del PLD, Leonel elogió su integridad, ¡incongruente piropo! La crispación política, que daña la economía y la paz social, es consecuencia casi exclusiva de la inveterada ambición del expresidente Fernández, incapaz de asumirse dignamente como estadista en retiro.

¿Permitirá nuestra nación, oasis de paz y progreso en Latinoamérica, que la obcecación de un hombre equivocado fomente tanta inestabilidad que nos contagiemos del caos político internacional? Quien dice “a mí no me aplica la ley” merece las consecuencias judiciales.