Santo Domingo.- Los sentimientos de furia e ira y la agresividad han sido protagonistas de los diferentes hechos de violencia que han acontecido últimamente en nuestro país.
¿Cuáles factores inciden en que este comportamiento se desate y como se pueden evitar o controlar?
Niveles altos de estrés, depresión, problemas personales o familiares pueden desencadenar que sientas más ira en tu día a día.
Estos factores muchas veces pueden desencadenar estados de frustración, que pueden ser una reacción normal ante ciertas circunstancias, pero cuando se intensifican y se hace permanente o muy frecuente apunta a problemas más graves que deben ser tratados, ya que podrían producir enfermedades a largo plazo a nivel físico y mental o consecuencias fatales de una acción tomada en el momento.
Entre los principales síntomas que se manifiestan con episodios de ira se encuentran:
-Ansiedad
-Se incrementa la temperatura del cuerpo
-Músculos se tensan
-Temblores
-Aumento presión arterial
-Enrojecimiento de la piel
Si bien hay cierto nivel de ira que es sano, si la experimentamos de manera muy intensa y frecuente, puede traernos dificultades. Algunas señales de que se está volviendo un problema son:
Dañar a otros física o verbalmente
Sentir ira con frecuencia, incluso frente a sucesos pequeños
Sentir que la ira está fuera de control
Arrepentirte frecuentemente de lo que dices o haces al sentir ira
Golpear objetos
Reaccionar con ira de manera rápida y excesiva frente a problemas pequeños
Tener dificultades para regular la ira sin expresarla de manera agresiva
Si sientes que en algún momento la ira o frustración se apodera de ti, especialistas recomiendan pensar antes de hablar e identificar posibles soluciones.
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