La Opret y OMSA desperdiciaron la oportunidad de maximizar sus servicios en eventos masivos. Mientras en ciudades como Málaga y Sevilla se extienden los horarios y aumentan las frecuencias para permitir al ciudadano participar de manera ágil para reducir el tránsito. En RD se carece de visión: Eran unos 50 mil ciudadanos diarios con boletas, más los de Villa Navidad. ¿Por qué no aprender de estos ejemplos? Por supuesto, los organizadores deberían proponer soluciones.