VILLA ALTAGRACIA.- A la espera de que el suspendido coronel César Maríñez Lora sea trasladado hacia el Palacio de Justicia de Villa Altagracia para responder por su presunta vinculación en la muerte de una pareja de predicadores el pasado 30 de marzo, a las afueras de la entidad judicial han comenzado a congregarse familiares de las víctimas de los abusos cometidos presuntamente por orden del oficial, que comandaba la dotación policial de la localidad.
Ramona Correa, a quien agentes policiales le mataron un hijo en noviembre pasado, acudió a reclamar justicia, tras insistir en que la tragedia de su vástago Johnson Carmona respondió a una orden del coronel.
La mujer lleva consigo un viejo periódico donde publicaron información sobre la muerte de su pariente.
Hasta el mediodía, el Ministerio Público no había depositado la solicitud de medidas de coerción en contra del suspendido coronel, quien está detenido en el Distrito Nacional por cuestiones de seguridad.
Maríñez Lora era el superior jerárquico de la patrulla policial que dio muerte a los esposos Joel Díaz y Elisa Muñez, e hirió a otra persona, al detener el vehículo en que viajaban rumbo a Santo Domingo tras participar de un culto religioso.
A través de un comunicado, las autoridades informaron que encontraron indicios que comprometen la responsabilidad del oficial en el hecho.
Por el caso, ya cumplen prisión preventiva los seis agentes de la patrulla preventiva que ejecutaron el retén, utilizando armas de alto calibre.