Roma.- Familiares de rehenes israelíes en manos del grupo islamista Hamás desde el 7 de octubre se reunieron hoy con el papa Francisco y mostraron su deseo, tras el acuerdo para liberar a 50 personas, que se ponga en libertad a más secuestrados y que se permita a la Cruz Roja entrar en la Franja de Gaza para conocer cómo se encuentran.
«Aunque se libere a 50 aún quedarán 190», dijo en una rueda de prensa en Roma Rachel Goldberg, madre de Hersh, un joven de 23 años que – explican – está gravemente herido y que fue secuestrado por Hamás tras su ataque en el festival Nova de música.
«Queremos que la Cruz Roja Internacional o cualquier otra organización de ayuda humanitaria entre y vea a cada rehén y nos diga si están vivos, cómo los están tratando o los cuidados que necesitan», agregó esta madre, que forma parte del grupo de doce personas recibidas hoy por Francisco en el Vaticano.