Por: Carolina Oleaga
SANTO DOMINGO. – Entre quejas por los precios de la comida y las restricciones gubernamentales, decenas de familias disfrutan este Viernes Santo de un chapuzón en la playa de Boca Chica.
La disposición de las autoridades, que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas y la música a alto volumen durante este día, no ha impedido que decenas de turistas tanto nacionales como internacionales disfruten de las cálidas aguas de la playa.
Aunque algunos rechazaron las medidas adoptadas por el gobierno, otros manifestaron que lo más importante es pasar tiempo en familia.
Asimismo, los vacacionistas tienen opiniones encontradas en torno a los precios en la comida.
Pero la queja de los bañistas, no es exclusiva porque comerciantes aseguran que contrario a años anteriores, el flujo de turistas ha sido mínimo.
Los comerciantes de la Playa de Boca Chica recomendaron a los vacacionistas acudir a los puestos de venta y a no utilizar intermediarios.
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