Redacción internacional.- En los primeros seis años de venta legal de marihuana en farmacias en Uruguay solo hubo dos variedades disponibles (alfa y beta), que tenían un 9% de tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo de la droga. El nivel de ventas generaba preocupación y los clientes abandonaban esos lugares para comprar en el mercado negro o se registraban en algunas de las otras modalidades habilitadas. Era necesario buscar otras alternativas con “más pegue”, entendían en el gobierno.
Fue así que el gobierno promovió la comercialización de gamma, una nueva variante de marihuana, que tiene cerca de un 12% de THC. Su venta fue un éxito en las farmacias: las compras se duplicaron y hasta hubo problemas de stock. Ahora el gobierno tiene previsto un paso más en esa dirección y antes de fin de año lanzará la variante Épsilon, con un THC cercano al 15%, informó el noticiero Telemundo de Canal 12.
Antes de la incorporación de la variante más fuerte, hubo meses en los que la venta de marihuana en farmacias alcanzó su punto más bajo, con menos de 7,500 usuarios concurriendo a comprar cuando había casi 70,000 inscritos para hacerlo legalmente. Esto motivaba una fuga hacia el mercado negro, los clubes cannábicos o el autocultivo. Con la opción gamma, las ventas pasaron de 1,774 kilos en 2022 a 3,258 en 2023.
Consultado sobre la incorporación de esta nueva variante, el secretario de la Junta Nacional de Drogas (JND) de Uruguay, Daniel Radío, hizo una comparación con la producción de vino. “Algunas personas tienen en su casa una parra y, eventualmente, cultivan y ponen sus uvas en una damajuana en el fondo de la casa y producen vino, pero la mayoría de las personas no hacen eso (…) La gente va y compra en un comercio. Cuando va y se para frente a la góndola, tiene variedades: tannat, cabernet, merlot. Y elige”, dijo el funcionario, entrevistado en el programa En Perspectiva.
Lo que sucedía con el cannabis, señaló, es que las personas cultivaban o iban a comprar, pero en la góndola “no había nada para elegir”. “Es esto, que no me gusta, o nada. O concurro al narco”, explicó Radío, sobre las opciones que había en las farmacias. En la JND entendían que así no se podría “cambiar el eje” de la regulación, que apunta a que todos puedan comprar de forma legal si quieren hacerlo. La idea de Radío es que esa góndola esté cada vez más llena.
Otra modificación que se hizo en el mercado legal es un cambio en los precios. Antes todas las opciones tenían el mismo valor, pero el precio se modificó según la demanda. Alfa tiene un precio de 430 uruguayos (USD 10,6); beta, 470 pesos uruguayos (USD 11,6); y gamma, 520 pesos uruguayos (USD 12,9).
Según Radío, el aumento de las ventas tras la incorporación de una nueva variante demuestra que hay gente que volvió a comprar al mercado oficial. “La gente no venía porque no le motivaba lo que teníamos”, dijo.
Consultado sobre si hay un aumento del consumo, el jerarca señaló que es probable que haya nuevos consumidores pero evitó ingresar en un razonamiento contrafáctico. “Hay un ejercicio que no se puede hacer que es qué hubiera pasado con todos esos usuarios si no existiera el mercado regulado. ¿No hubieran consumido nunca o hubieran ido al crimen organizado? No sabemos. Pero sí se puede hacer un ejercicio parecido que es ver qué pasa en los países parecidos en estos años. Aumentó el número de usuarios y aumentó lo mismo y en algunos lugares un poco más”, señaló.
“El consumo de cannabis aumenta tendencialmente en todo el mundo y no como consecuencia de la regulación sino que es una tendencia natural que está habiendo en el mundo”, dijo el secretario de la Junta de Drogas.
Hay unas 71,264 personas inscritas para comprar marihuana en 40 farmacias. Más de 11,000 se registraron para el cultivo doméstico y hay 396 clubes cannábicos, con algo más de 13,500 miembros.
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