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Fe y Vida: “Cuidar lo Mejor”

Ray Ortega.

Ray Ortega.

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Nosotros los seres humanos tratamos de cuidar las cosas que nos cuestan. La ropa, los zapatos, el automóvil, la casa y así muchas otras cosas más. Sin embargo hay algo que nos cuesta muchísimo y que ponemos muy poco interés en cuidarlo ese es nuestro matrimonio.

El matrimonio nos cuesta muchísimo tanto materialmente como espiritual y afectivamente. Cuando nos preparamos para contraer matrimonio hay una cantidad de gastos que son inmensos, por mencionar algunos, diría el rentar donde vivir, los muebles que tenemos que comprar, los gastos de la fiesta, la ropa que tenemos que comprar y así sucesivamente.

Espiritual y afectivamente es muy claro lo que nos dice la Palabra de Dios: “Dejara el hombre a su madre y a su padre para unirse a su mujer y los dos serán una misma carne”. Es un dejar todo para así unirse a aquella a la cual juramos cuidar, respetar y amar para toda la vida, aun teniendo que separarnos de aquellos que nos dieron la vida que son nuestros padres y el separarnos de la familia con la cual hemos vivido parte de nuestra vida para unirnos así a nuestra esposa o esposo, sin embargo, ¿verdaderamente cuidamos esto? Lo cual es para toda la vida.

Llegó a mis manos hace un tiempo algo que quiero compartir con ustedes, y fue escrito por el Padre Ricardo Búlmez, sacerdote venezolano, escritor y fundador de la Asociación Civil Crece, y que lleva por título “Cuida a tu Pareja”, y dice así: “Voy a decir algo, que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo seguro que tenemos, que lo inseguro. Me explico: yo siempre digo, no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja y la gente se sorprende, ¿pero cómo que no voy a cuidar a mi familia?, es mi familia. A tu familia no la tienes que cuidar, es tu familia. Tu familia, está segura, nunca se pierde.

¿Ustedes ha oído decir a alguien ¡allí va mi ex hijo, allí va mi ex padre!, no verdad? Pero han oído mucho, ¡allí va mi ex pareja! Entre los padres, los hijos, los hermanos, los abuelos los tíos, los primos…la familia es lo más seguro que se tiene, no hay un ex. Ellos están allí y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse ellos están allí.

Tener una pareja es como cuidar una flor. Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho también. Hay que ser un artista para cuidar una flor. Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura. Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un cojí coriano, nadie los riega, pero está ahí. Eso que llamamos amor eterno, se da en papá, en mamá en un hijo y en amigos, que también pueden llegar a ser un amor sin condición. Pero el amor en una pareja es un amor diario, que tiene que cuidarse todos los días.

Tengo un hermano en los Estados Unidos, que se fue hace más de diez años, y duramos ese tiempo sin comunicarnos. Nunca lo llamé y puedo decirlo que, hasta por descuido. Siempre sabía de él, por nuestra madre, y cuando regresó, lo fui a buscar al aeropuerto, y al darnos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos. Pero vete lejos de tu pareja diez años…haber que encuentras. Por eso el amor de pareja, es amor de todos los días. Yo puedo hablar con mis padres cada semana, una vez al mes…Pero si tuviera pareja, la estuviera llamando a cada momento. Y no es que sea bueno o no.

Es que el amor es así. Por ejemplo, yo comparo el amor de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino, tienen un hijo discapacitado. No es que no quieran a los otros hijos, ellos están seguros. De aquél hijo tienen que estar más pendientes, porque no se puede valer por sus propios medios, se puede caer, a lo mejor no come solo…En cambio los otros están bien, los quieren y saben que están ahí.

Si tengo una pareja, ese es el amor discapacitado. De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más. El amor de los padres es independiente. El amor de pareja es dependiente. Ella depende de mí y yo dependo de ella. Estamos unidos hasta que la muerte nos separe, pero el amor que nos debemos es como el amor de un hijo discapacitado. Cuida de tu pareja siempre y dale mucho amor, lo mejor de ti”.

Termino con este pedazo de la carta a los hebreos, Capitulo 13, Versículo 4 que dice así: Que todos respeten el matrimonio en todos sus aspectos y mantengan fidelidad en sus relaciones de esposos. Dios castigará a los que tienen relaciones sexuales prohibidas y a los que cometen adulterio.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

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