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Fe y Vida: “Un Obsequio o un Soborno”

Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.

Nosotros los seres humanos estamos acostumbrados y muy mal acostumbrados a querer comprar los favores.

Queremos pagar las cosas con tal de no hacer fila, de no perder el tiempo, de obtener las cosas rápidamente y así sucesivamente. Nos gusta no pasar trabajo, y hay un refrán que dice: “Lo que nada nos cuesta, hagámoslo fiesta”

Por que nosotros nos levantamos temprano el día que no trabajamos para limpiar nuestro automóvil o llevarlo a que no los limpien, porque estamos arriba del mismo cuando algo no esta funcionando bien, porque a mediados o a finales del mes nos toca pagar una cuota por el mismo, y así nos pasa con todo lo que poseemos y que nos cuesta.

Hay que aprender a pasar un poco de trabajo en esta vida, pues aquellos que no tienen el dinero para dar un obsequio para que le agilicen las cosas o evitarse el hacer largas filas, lo tienen que hacer y no he visto hasta ahora ninguno que se halla enfermado o muerto por ese motivo, ahora bien, que es trabajoso y engorroso, claro que sí.

Yo no puedo darle a la secretaria del médico un obsequio para que me de un turno para cuando yo quiera, ella esta ahí para eso, ese es su trabajo, esta ahí para servirme a mi que soy el cliente sin esperar nada en cambio, yo solamente y muy cortésmente sólo debo darle las gracias por su servicio.

No debo darle un obsequio o una propina al encargado de contaduría que me hace mi cheque de pago, ese es su deber, al igual que el mío es trabajar para ganarme el cheque de pago. No debo darle un obsequio al cajero del banco que me cambia el cheque o que me da el cambio, solamente le tengo que dar cortésmente las gracias, en un final el solo esta haciendo su trabajo. Solo tengo que ser una persona agradecida y cortes y darles a todos las gracias por el trabajo que me hacen, que en un final es su trabajo, y para eso le pagan.

Quiero contarles algo que me paso hace unos días. Me parquee en la calle, en un parqueo que encontré vació. A la hora de irme se me acerco un señor y me dijo son $50.00 pesos, yo me le quede mirando y le dije: Es que ahora el parquearse en la vía pública tiene una tarifa. Eso me dio un coraje tremendo el que viniera a cobrarme por parquear en la vía publica, para mi lo tome como un soborno, o me pagas o que. Primero no le dije que me cuidara el automóvil y segundo como se atreve una persona a pedirme dinero y esa cantidad por parquearme yo en la calle que es publica.

Recordemos siempre que el deber de todas estas personas que les mencione anteriormente es atendernos pues para eso reciben un sueldo. La dadiva no siempre tiene que ser material, es que nos hemos acostumbrado a eso, si no nos dan efectivo, no nos movemos, estamos mal acostumbrados, la dadiva puede ser una palabra de gracias, un reconocimiento, una palabra de aliento y así sucesivamente, yo personalmente creo que las cosas se hacen o por buena educación o por amor, y no hay recompensa más grande y digo esto porque es mas mayor que todo el dinero del mundo, que el saberse con el deber cumplido, el poder decir cuando llegue la noche, hice lo que tenia que hacer, y poder así descansar tranquilo.

Pidamos a Dios que nos de el don de hacer las cosas no por un interés particular, sino cortésmente y en una forma genuina y amable para con los demás y por amor, no es lo mismo esperar con interés que saber que Dios se los va a pagar con salud y muchas bendiciones para nosotros y nuestros familiares.

Aprendamos de Jesús que nos dijo: “No solo de pan vive el hombre”, no solo de cosas materiales nos alimentamos sino también de la Palabra de Dios, pues hay que crecer tanto materialmente como espiritualmente.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

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