SANTO DOMINGO. El presidente de la Federación Nacional de Baloncesto, Rafael Uribe, también expresó este lunes que el baloncesto dominicano y latinoamericano está de luto, por el fallecimiento del destacado basquetbolista.
Uribe manifestó que Soterio militó y reforzó el baloncesto en muchísimos países latinoamericana.
«Hemos perdido un gran ser humano, un atleta, no solamente dentro del tabloncillo sino fuera».
«Como todos les decíamos el Soti, se fue el capitán, militó por más de 10 años siendo capitán de la selección, un caballero, lamentamos esa pérdida», manifestó a Noticias SIN.
Fernando Hasbun, quien fue gerente de la Selección Nacional de Baloncesto que clasificó al equipo dominicano para el equipo dominicano del Mundial de Baloncesto de 2023, se expresó apenado por el fallecimiento del destacado basquetbolista dominicano Soterio Ramírez.
«Es una pérdida terrible para el deporte. Nos deja un dolor profundo porque lo conocíamos bien, Soterio, era un hombre serio, una buena persona. Aún estoy en shock. No lo puedo creer todavía», declaró Hasbun para NoticiasSIN.com.
Soterio Ramírez falleció la mañana de este lunes 5 de agosto de un infarto fulminante.
Nació el 22 de abril de 1967 en el municipio de Villa Altagracia, provincia de San Cristóbal, del matrimonio de Severiano Ramírez y Enoema Martínez.
Lidera una familia de deportistas que han descollado al más alto nivel competitivo, como sus sobrinos Jack Michael Martínez, otro recio rebotero que aguarda por un lugar en el nicho de los inmortales, y de las voleibolistas Brayelin y Jineiry Martínez, dos columnas vertebrales de la selección nacional de mayores.
Jugó 14 torneos en el DN. Jugó activamente por 14 temporadas en el baloncesto del Distrito Nacional y permaneció 9 años con la selección nacional, desempeñándose en la posición de delantero de poder y centro, entre 1990 y 1999.
Su mayor logro vistiendo la camiseta dominicana fue cuando ganó la medalla de oro, con él como espina dorsal de la selección, en los Juegos Deportivos, Centroamericanos y del Caribe de 1998, disputados en Maracaibo, Venezuela. Miguel Cruceta fue el entrenador de esa selección.
Ramírez, a pesar de sus 6’8 de estatura, fue un inteligente jugador que sabía ganar muy bien la posición en la zona de la pintura, lo que le permitió ser un magnífico rebotero en los campeonatos nacionales y con la selección nacional.
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