San Sebastián (España).- El director del Festival de Cine de San Sebastián, en el norte de España, ha dicho que «el rechazo a cualquier conducta violenta o de acoso», así como la presunción de inocencia, «forman parte y formarán parte» de los «principios éticos» del certamen, aunque entiende que éstos «no pueden circunscribirse a los problemas de la mujer en una sociedad patriarcal».
En un comunicado hecho público este viernes, el director del certamen, José Luis Rebordinos, destaca que, «de acuerdo con los datos probados» de los que dispone el Zinemaldia, Johnny Depp, al a quien el Festival distinguirá con el Premio Donostia en su 69 edición, «no ha sido detenido, acusado o condenado por ninguna forma de agresión o violencia contra ninguna mujer».
«Insistimos: no ha sido acusado por ninguna instancia ni jurisdicción, ni condenado por violencia contra las mujeres», dice el director del certamen donostiarra, que reitera que, «en los tiempos actuales, dados al linchamiento en las redes sociales», van a defender siempre «dos principios básicos que forman parte de nuestra cultura y de nuestro ordenamiento jurídico: la presunción de inocencia y el derecho a la reinserción».
Tras las acusaciones al Festival de San Sebastián de «falta de ética ante la violencia contra las mujeres», Rebordinos, como su máximo responsable, ha subrayado el compromiso del Zinemaldia «contra la desigualdad, el abuso de poder y la violencia machista».
«Además de cumplir los compromisos adoptados en la Carta por la Paridad y la Inclusión de las Mujeres en el Cine, el Festival ha promovido de forma consciente la presencia de profesionales mujeres al frente de sus departamentos», afirma.
Añade que, a través de su programación en septiembre y a lo largo de todo el año, el certamen «participa del cuestionamiento de nuestra sociedad desde una perspectiva crítica y feminista».
«También hemos intentado crear ambientes seguros para las mujeres en los lugares de trabajo y en las sedes en las que se celebra el Festival y, ante comportamientos inapropiados, que han existido, hemos actuado con contundencia y rapidez», asevera.
Pero agrega que «los compromisos éticos del Festival no pueden circunscribirse a los problemas de la mujer en una sociedad patriarcal, a pesar de lo terrible de la situación en la que vivimos, con centenares de mujeres asesinadas cada año en crímenes machistas».
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