El colapso de un edificio en un evento de Jet Set dejó 236 muertos y más de 100 heridos.
Santo Domingo.– Según la acusación presentada por el Ministerio Público en 2014, un ingeniero contratado para realizar un levantamiento y análisis estructural avanzó apenas un 10 % del trabajo.
El expediente indica que Antonio Espaillat decidió desestimar la remodelación alegando inconvenientes y baja rentabilidad. Este estudio incompleto habría podido identificar fallas críticas que más tarde se convirtieron en factores determinantes del colapso, según las autoridades.
El documento también señala que en 2015 se realizaron múltiples modificaciones, ampliaciones y adecuaciones sin licencia de construcción, sin permisos municipales y sin planos depositados en ninguna institución oficial.
Los peritos confirmaron, incluso, la demolición de una columna estructural en el lateral oeste del edificio, una intervención considerada altamente riesgosa y realizada sin supervisión técnica ni autorización del Ministerio de Vivienda o la Alcaldía.
Durante más de una década, el techo recibió equipos adicionales de aire acondicionado, casetas técnicas, ductos y tinacos, pasando de siete instalaciones en 2011 a 17 entre 2022 y 2025. Estas modificaciones se hicieron sin evaluar si la estructura podía soportar la carga acumulada.
El peritaje concluye que el colapso del techo fue una falla inducida por sobrecarga, resultado de equipos pesados, finos y el propio deterioro estructural. Además, durante años se reportaron filtraciones, desprendimiento de plafones y caída de escombros, reparados con personal no cualificado y materiales improvisados como cemento, sabaletas y lonas asfálticas.
El informe detalla que incluso se colocaban lonas azules entre el techo y el falso techo para contener el agua, retiradas manualmente, una práctica considerada totalmente inadecuada.
Maribel Espaillat indica que la Fiscalía estaba al tanto del deterioro y que había advertido sobre el riesgo de que los plafones dañados pudieran causar accidentes. El día antes del colapso, un empleado informó directamente a Antonio Espaillat que pedazos del techo estaban cayendo y que la estructura debía revisarse.
A pesar de la advertencia, no se canceló el evento programado para la noche, en el que participaría la cantante Rubby Pérez. A las 11:40 p.m. del 7 de abril, un plafón cayó sobre un asistente.
El Ministerio Público sostiene que Antonio Espaillat, como gerente y responsable operativo, incurrió en homicidio involuntario y lesiones involuntarias al ignorar análisis estructurales, permitir reparaciones deficientes, instalar equipos sin evaluación técnica y mantener el evento pese a las advertencias. El colapso dejó 236 fallecidos y más de 100 heridos.
En nuestra emisión estelar de esta noche, ampliaremos toda la información sobre este caso.