SANTO DOMINGO. – El Fondo Monetario Internacional (FMI), concluyó este martes la consulta del Articulo IV de la República Dominicana, y dijo que “resulta imperiosa una reforma fiscal integral que aumente de forma duradera los ingresos fiscales mediante la eliminación de exenciones tributarias y la ampliación de la base impositiva y mejore la eficiencia del gasto, sobre todo con una reducción de los subsidios al sector eléctrico y las transferencias no focalizadas”.
El informe detalla que la ley de responsabilidad fiscal y su implementación prevista son bienvenidas y constituyen pasos importantes con miras a anclar aún más las políticas a mediano plazo y seguir garantizando la sostenibilidad de la deuda.
El FMI plantea que, con la creación de la reforma, se creará el espacio para el necesario gasto en desarrollo incluyendo en infraestructuras resilientes a los desastres con miras a promover el crecimiento inclusivo.
La institución financiera reconoce que el sector continúa siendo resistente y está capitalizando y que así deben de mantenerse deben mantenerse los esfuerzos destinados a modernizar el marco regulatorio congruentes con las normas internacionales más recientes, ya que el sector supo sortear bien el período de tasas de interés altas y bajo crecimiento en 2023.
“Las pruebas de estrés muestran que el sector bancario está en condiciones de absorber choques diversos”, menciona el FMI.
Como también dice que sigue siendo necesario mantener un monitoreo cuidadoso para contener cualquier acumulación de vulnerabilidades
“Los esfuerzos en curso para mejorar las instituciones públicas y el clima empresarial son esenciales para preservar la firme trayectoria de inversión y crecimiento”, continúa el informe.
La institución considera que país ha tenido un sólido desempeño económico en las últimas dos décadas y que luego de la pandemia el crecimiento económico se desaceleró un 2,4%.
De acuerdo con el Directorio Ejecutivo del FMI el país ha tenido unos desafíos globales, como la pandemia y las condiciones financieras restrictivas.
El informe del FMI difundido por el Banco Central de República Dominicana dice que el país ha mostrado una notable recuperación económica después de la crisis del COVID-19, aunque en 2023 experimentó una desaceleración del crecimiento a un 2.4%, atribuida a factores internos y externos como la débil demanda de exportaciones y fenómenos climáticos adversos.
“Un historial de sólidas políticas y firmes marcos de políticas institucionales han ayudado a la República Dominicana a lograr un crecimiento económico robusto y resiliente con una baja inflación en las últimas dos décadas”, dice el artículo.
Menciona que las mejoras previstas de los marcos de políticas y la profundización de las reformas estructurales en particular las reformas integrales en el plano fiscal y en el sector eléctrico tienen el potencial para seguir promoviendo la estabilidad, la competitividad y el crecimiento inclusivo.
Detalla que luego de una fuerte recuperación después de la pandemia, el crecimiento económico se desaceleró a 2,4 por ciento en 2023 debido a condiciones financieras globales e internas más restrictivas, una débil demanda por exportaciones y factores internos transitorios principalmente de índole climática.
La desaceleración del crecimiento, sumada a la disminución de los precios de las materias primas, hizo que la inflación desembocara más pronto de lo previsto hacia el rango meta (4±1 por ciento). En respuesta, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) redujo de forma prudente y adecuada su principal tasa de política monetaria, permitiendo una mayor flexibilidad cambiaria y aumentando sus intervenciones cambiarias para suavizar la volatilidad diaria del tipo de cambio.
“La política fiscal fue prudentemente ajustada para ayudar a la economía”, menciona el informe.
Como también que el déficit en cuenta corriente en 2023 se redujo marcadamente a 3,6 por ciento del PIB y se financió en su totalidad con flujos de inversión extranjera directa (IED).
El sector financiero supo sortear bien el período de restricción de la política monetaria y menor crecimiento, y se encuentra debidamente capitalizado y rentable.
Apoyado en la solidez de las políticas y los fundamentos macroeconómicos, las perspectivas son positivas pese a la elevada incertidumbre, principalmente global.
Para 2024 y en el mediano plazo, se proyecta que el crecimiento del PIB real se sitúe en torno a su tendencia de largo plazo de 5 por ciento, con la inflación alrededor de la meta de 4 por ciento.
Menciona que se espera que el déficit en cuenta corriente se reduzca gradualmente hasta menos de 3 por ciento del PIB y siga financiándose en su totalidad con IED.
El FMI considera que los riesgos a corto plazo para el desempeño económico derivados de las condiciones financieras mundiales más restrictivas, las tensiones geopolíticas y los precios volátiles de las materias primas se han moderado desde el año pasado, pero permanecen elevados y sesgados a la baja.
Mientras que los riesgos a mediano plazo están más equilibrados con sesgos al alza si las principales reformas son implementadas con éxito.