GOODYEAR, Arizona.- El puertorriqueño Francisco Lindor no ha dejado de pensar en la forma en la que fueron eliminados los Indios la postemporada pasada. Y al estelar torpedero todavía se le produce un nudo en el estómago cada vez que piensa lo cerca que estuvo la Tribu de ganar la Serie Mundial hace dos años.
Esta primavera, hay una sola palabra en la mente de Lindor.
«Terminar», dijo Lindor. «Quiero terminar el trabajo».
Eso es lo que está motivando a Lindor en estos entrenamientos y lo que seguirá moviendo su motor interno a lo largo de la temporada del 2018. Los Indios tenían ventaja de 3-1 en la Serie Mundial ante los Cachorros en el 2016, pero perdieron. Dominaban 2-0 a los Yankees en la Serie Divisional de la Liga Americana el año pasado, y también perdieron. Lindor, más los compañeros que también fueron parte de ambas escuadras, no quieren que esas derrotas terminen definiendo a este grupo.
Recientemente, a Lindor se le preguntó sobre todo lo que lograron los Indios el año pasado. Ganaron la División Central de la Liga Americana por segundo año corrido y terminaron ganando 102 juegos, apenas la tercera vez en la historia de la franquicia que se llega a ese umbral. Como si eso fuese poco, hilaron una cadena de 22 triunfos entre agosto y septiembre, un nuevo récord para la Liga Americana.
Lindor sacudió la cabeza.
«Cuando no ganas, eso es lo que uno más recuerda», dijo. «Para mí, el año pasado fue divertido. Tuvimos una gran temporada. Pero en mi opinión, no fue una temporada exitosa. Quiero ganar. Eso no es una temporada exitosa, porque no terminamos. Estuvimos saludables y aprendimos mucho, pero no ganamos. Al final del día, es una campaña que no recordarás».
Después de que los Indios fueron eliminados por los Yankees en octubre, Lindor se tomó un mes libre. Dijo que vio poco de los siguientes juegos de la postemporada, un inning aquí y otro allí. Se permitió sintonizar la Serie Mundial unas pocas veces, quizás para encender un poco más su fuego interior.
«Es duro para uno vivir sin béisbol», dijo Lindor. «Definitivamente, no quieres terminar el año así. Aún me duele lo que pasó».
¿Cuánto duele?
«Es como esa novia con la que rompes. Nunca lo superas», dijo. «Uno pasa la página, pero no lo supera. Siempre recuerdas que estuvo allí».
Uno de los mejores momentos de la temporada llegó en el Juego 2 de la SDLA, cuando Lindor pegó un grand slam que encendió el Progressive Field y ayudó a poner a los Indios en posición para luego ganar el partido 9-8 en 13 innings. Pero Lindor apunta rápidamente que fue apenas uno de los dos hits que pegó en toda la serie.
«Estuvimos a nueve innings de avanzar», dijo Lindor. «No produje y no ayudé a mi equipo».
Entonces, cuando llegó noviembre, Lindor se enfocó en su preparación para el 2018.
Trabajó con el miembro del Salón de la Fama Barry Larkin y otros jugadores de Grandes Ligas, como lo ha hecho en otras temporadas muertas. Practicó el boxeo alrededor de una semana. Levantó pesas. Fildeó roletazos e hico prácticas de bateo en su vieja preparatoria, Montverde Academy, en la Florida. Durante cada rutina, recordaba siempre su meta más importante, darles a los Indios su primer título de Serie Mundial desde 1948.
Lindor terminó segundo en las votaciones del Novato del Año de la Liga Americana en el 2015. En el 2016, se llevó un Guante de Oro y un Guante de Platino por sus habilidades defendiendo el campo corto. El año pasado, pegó 33 jonrones, sumó 81 extrabases y se llevó un Bate de Plata, además de terminar quinto en las votaciones del Jugador Más Valiosos. Y en cada una de sus dos temporadas completas en las Grandes Ligas, ha ido al Juego de Estrellas.
Pero lo que Lindor quiere de verdad es un anillo de Serie Mundial.
«No vamos a quedarnos tranquilos, eso lo garantizo», dijo Lindor. «Vamos a buscarlo, hermano. Queremos ganar. Yo quiero ganar. Nadie aquí está diciendo que no quiere gana. Todos queremos ganar y terminar esto».
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