REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Ghana detectó dos posibles casos de fiebre fiebre hemorrágica de Marburgo, que, de confirmarse, serían las primeras infecciones de este virus similar al ébola jamás detectadas en el país, confirmó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las muestras de los dos casos, identificados en la región sureña de Ashanti, resultaron positivas tras ser analizadas en el Instituto Memorial Noguchi de Investigación Médica pero, según el protocolo, fueron enviadas para la confirmación del resultado al Instituto Pasteur de Dakar, en Senegal.
Los casos, ambos fallecidos y sin relación entre ellos, tenían síntomas como diarrea, fiebre, náuseas y vómitos, y fueron llevados a un hospital regional antes de morir.
«Las autoridades sanitarias están investigando la situación sobre el terreno y preparándose para la respuesta a un posible brote», señaló este viernes a través de un comunicado el representante de la OMS en Ghana, Francis Kasolo.
«Estamos trabajando con el país para incrementar la detección, rastrear contactos y estar preparados para la propagación del virus», añadió Kasolo.
El Ministerio de Sanidad ghanés, por su lado, confirmó la detección de los dos casos este jueves y señaló que 34 contactos de los dos fallecidos fueron identificados y están siendo monitorizados bajo cuarentena, mientras las autoridades realizan más investigaciones.
El anuncio llegó después de que la vecina Guinea-Conakri informara el pasado agosto del primer brote de la enfermedad en África occidental, cuyo fin se declaró el 16 de septiembre, cinco semanas después de la detección del primer y único caso.
La fiebre de Marburgo es tan mortífera como el ébola y se estima que en África ha sido responsable de la muerte de más de 3.500 personas.
En el pasado se han registrado brotes y casos esporádicos de esta enfermedad en Kenia, Uganda, Angola, Sudáfrica y la República Democrática del Congo, según la OMS.
Es causada por el virus de Marburgo, de la familia filoviridae, la misma a la que pertenece el ébola.
Al igual que este, provoca hemorragias repentinas y puede producir la muerte en pocos días, con un período de incubación de 2 a 21 días y una tasa de mortalidad de entre el 24 % y el 88 %.
Los murciélagos de la fruta son los huéspedes naturales de este virus, que cuando es transmitido a los humanos puede ser contagiado mediante contacto directo con fluidos como la sangre, saliva, vómitos u orina.
La enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento específico, fue detectada en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo -de ahí su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda.