PUERTO PRÍNCIPE.- El Gobierno de Haití reafirmó este jueves que la construcción del polémico canal en el río Masacre, frontera natural de este país con República Dominicana, debe seguir adelante y ha decidido apoyar las obras, pese al conflicto surgido con Santo Domingo.
«Sí, el canal debe construirse. Sí, hay que esforzarse para que el agua llegue a los canales como es debido. Sí, es a través de la solidaridad y la unidad como puede regarse la tierra de (la llanura de) Maribahoux», afirmó este jueves en un comunicado el Ministerio haitiano de Agricultura.
La nota agrega que «el ministerio ha decidido apoyar la construcción del canal, como forma de garantizar que se cumplen las normas técnicas y que no tenga impacto en la vida de las personas y las plantaciones» de la llanura de Maribahoux.
Además, el departamento desmiente las versiones de que habría compartido un documento secreto con República Dominicana que daría a este país la razón sobre su postura acerca del canal, cuya construcción ha llevado al presidente dominicano, Luis Abinader, a adoptar diversas medidas, entre ellas el cierre total de las fronteras entre ambos países desde el viernes pasado.
«El Ministerio desmiente este rumor, que no tiene ningún fundamento», indica la cartera, que asegura que siempre defiende las posiciones que favorecen a los agricultores de la llanura de Maribahoux.
Por ello, destaca, «en todas las reuniones el ministerio siempre ha defendido el derecho de Haití a beneficiarse de forma equilibrada de los recursos que comparte con el vecino dominicano».
En este sentido, se llevan a cabo gestiones a través de la Dirección Departamental del Noreste para acompañar las obras de construcción del canal, como solicitó el Gobierno en una declaración el 13 de septiembre.
El departamento de Agricultura resalta que siempre está dispuesto a sentarse «con todos los sectores implicados en la construcción del canal para una mejor planificación de las obras» y añade: «La movilización es una expresión de la solidaridad y el patriotismo de una población que quiere mostrar al mundo que Haití es libre».
Las obras del canal han generado una crisis con República Dominicana, que, además del cierre de fronteras, decidió paralizar la emisión de visados a haitianos, prohibir la entrada a «los promotores» del polémico proyecto, construir una presa, empezar los trabajos de reactivación de una toma de agua en el río limítrofe (iniciados este miércoles) y reforzar la presencia militar en las zonas de demarcación.
Para el Gobierno dominicano, la construcción del canal en el lado haitiano del río contraviene el Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje de 1929 y el Protocolo de Revisión de 1936, cuyo articulado señala que «ambas partes contratantes se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas».
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