Ciudad de México.-El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno mexicano, Ruy López Ridaura, informó, este martes que la nueva variante ‘JN.1’ de la covid-19, conocida como ‘Pirola’, no escapa a la inmunidad generada por las vacunas que circulan en México
En un comunicado, el Gobierno mexicano recoge las palabras del subsecretario en la conferencia diaria del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y menciona que el primer caso en el país de esta subvariante se detectó en Ciudad de México.
«Conforme a la evidencia científica disponible, la subvariante de covid-19, conocida como JN.1 o Pirola, no representa riesgo de cuadro clínico más grave con respecto a anteriores y no escapa a la inmunidad natural ni a la generada por las vacunas», señala.
Este virus fue detectado por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) y el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), parte de la Secretaría de Salud (SSa) y del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica del país.
Aun así, el texto añade que «es previsible» ver un aumento de los casos de Pirola en México, como está sucediendo a nivel internacional, aunque «para nada representa una alerta importante».
En Europa y otras regiones del mundo, esta subvariante representa «entre el 15 y el 17 % de todas las que circulan».
Por otra parte, la información menciona que se han adjudicado hasta la fecha 3,8 millones de vacunas contra la covid-19, por lo que subraya «la necesidad de que todas las personas con riesgo de desarrollar enfermedad grave» reciban la inyección.
También se informa de que la presencia del virus fue decayendo entre las semanas 40 y 50, mientras que la gripe subió a partir de la 45.
En México ya se pueden adquirir en las farmacias vacunas contra la covid-19 aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como las de las farmacéuticas Moderna o Pfizer.
De hecho, el primer cargamento de la vacuna de Pfizer, actualizada a partir de las últimas variantes del virus, llegó al país la semana pasada.
En el sector público, los biológicos que se aplican son el ruso Sputnik y el cubano Abdala, ambos sin el visto bueno de la OMS.