Londres.– La guerra en Ucrania ha generado un «enorme reajuste» global en los mercados energéticos, señalaron este jueves expertos de la llamada Unidad de Inteligencia (EIU) de la revista «The Economist«, quienes prevén que los precios del crudo seguirán «elevados» durante 2023.
En un webminar organizado por la EIU, que elabora informes mensuales especializados, se analizó el impacto en el mercado de la energía mundial del conflicto entre Rusia y Ucrania, así como la reapertura de la economía de China.
Durante la charla, el analista Nicolás Saldías afirmó que «la guerra en Ucrania ha generado un «enorme reajuste» en los mercados de energía, debido a que «antes de la invasión rusa a ese país, Rusia era el mayor suministrador de energía de la Unión Europea (UE) y la UE era el mayor cliente de Rusia».
Si entonces un 60 % del crudo ruso iba a parar al bloque comunitario y alrededor de un 40 % del gas de la UE procedía de Rusia, a raíz de la guerra ambos han tenido que «buscar nuevos mercados para sus productos».
Rusia ha aumentado sus exportaciones a China, India y Turquía mientras que la UE ha incrementado las suyas, principalmente a Estados Unidos, al tiempo que ha comprado más petróleo a Catar y Oriente Medio.
A raíz de la guerra, la UE ha prohibido las importaciones de petróleo por mar de Rusia desde el 5 de diciembre del pasado año y de los productos de petróleo desde el pasado 5 de febrero.
El experto vaticinó que se espera que los precios del petróleo continúen «elevados» a lo largo de 2023 y que se aproximen a los 90 dólares por barril para mediados de este año, al tiempo que la producción continuará «plana».
Saldías remarcó, por otro lado, que la reapertura económica de China será una «principal fuerza impulsora» para el crecimiento económico.
Los precios en 2023 y 2024 «continuarán siendo muy elevados comparados con los niveles históricos», observó, aunque estos precios elevados «no se trasladarán a los niveles de producción».
La EUI espera que el crecimiento real del PIB chino se acelere hasta el 5,7 % en 2023, impulsado por un rebote en el consumo privado.
También se destacó en este sentido que China continuará absorbiendo el petróleo ruso a un precio descontado pero «sin ser demasiado dependiente», mientras que la producción rusa de crudo se verá afectada por las sanciones «aunque su producción ha resultado ser mucho más resiliente de lo esperado».
No se prevé tampoco que la recuperación de China vaya a impulsar la producción de petróleo a nivel global.
De la charla se extrajo asimismo que se espera «un crecimiento robusto en el consumo de energías renovables en la próxima década, alrededor de un 10 % más como media».