Gypsy Rose Blanchard, en libertad condicional tras asesinar a su madre en 2015
Justicia
Blanchard, que ahora tiene 32 años, se declaró culpable de asesinato en segudo grado en 2016, y fue sentenciada a 10 años de prisión (el mínimo por asesinato en segeundo grado) en virtud de un acuerdo de culpabilidad que reconocía los abusos que ejercía su madre.
REDACCIÓN.- Gypsy Rose Blanchard, condenada a 10 años de cárcel por el asesinato de su madre, Clauddine ‘Dee Dee’ Blanchard, ha sido puesta en libertad condicional este jueves 28 de diciembre tras cumplir casi ocho años de condena, según han informado las autoridades de Missouri (Estados Unidos).
El caso de las Blanchard fue muy sonado a nivel mundial, ya que Gypsy Rose -que en aquel entonces tenía poco más de 20 años- cometió el asesinato en 2015 junto a su pareja Nicholas Godejohn para poner punto y final a los abusos que sufría a raíz del síndrome de Munchausen que sufría su madre. El trastorno hace que una persona, que suele estar a cargo de otra, miente sobre su estado de salud o le provoca lesiones o enfermedades intencionadas para engañar a los demás.
Obligada a fingir enfermedades
De acuerdo con el testimonio de Gypsy, su madre llegó a obligarla a someterse a tratamientos médicos innecesarios como por ejemplo medicación para el cáncer y la dismorfia corporal, además de llevarla a los sitios con una silla de ruedas y una sonda para alimentarse, cuando la joven no necesitaba ninguna de esas condiciones.
En uno de los intentos de escaparse de los abusos de su madre, Gypsy conoció a través del chat en línea a Nicholas Godejohn, a quien confesó todos los abusos que sufría por parte de su madre.
Más adelante, la mujer ofrecería a Godejohn acabar con la vida de su madre para poder liberarse. «Quería liberarme de su control sobre mí. Lo convencí», declaró Blanchard durante su juicio. Godejohn por su parte afirmaba haberla ayudado a cometer el crimen porque la «amaba». Condenas
Blanchard, que ahora tiene 32 años, se declaró culpable de asesinato en segudo grado en 2016, y fue sentenciada a 10 años de prisión (el mínimo por asesinato en segeundo grado) en virtud de un acuerdo de culpabilidad que reconocía los abusos que ejercía su madre. Por otro lado, Godejohn fue sentenciado a cadena perpétua.
