REDACCIÓN. – Nuevas investigaciones revelan que la actividad física, aunque esencial para la salud general, no es el principal factor para perder peso. Expertos como Herman Pontzer, antropólogo evolutivo y profesor en la Universidad de Duke, explican que el cuerpo humano regula su gasto energético, limitando la cantidad de calorías quemadas incluso con altos niveles de actividad física.
El modelo de gasto energético restringido
Pontzer y su equipo estudiaron en 2012 a los Hadza, una tribu de cazadores-recolectores en Tanzania con un estilo de vida extremadamente activo. Sorprendentemente, descubrieron que los Hadza quemaban la misma cantidad de calorías diarias que un trabajador de oficina promedio en Estados Unidos.
Este hallazgo dio lugar al modelo de «gasto energético restringido», que explica cómo el cuerpo ajusta otras funciones biológicas, como la digestión o la regulación de la temperatura, para mantener un rango de gasto calórico estable.
Aunque el ejercicio aumenta el gasto calórico a corto plazo, su impacto se reduce a largo plazo. Según Pontzer, cuando el ejercicio se convierte en una rutina regular, el cuerpo ajusta su metabolismo para compensar, haciendo que el gasto total de energía permanezca constante.
Esto explica por qué muchas personas no logran perder peso, a pesar de incrementar su actividad física.
“Si haces ejercicio hoy, quemas más calorías hoy”, explicó Pontzer. “Pero si lo haces regularmente, tu cuerpo se adapta y no quemas más calorías en total”.
El verdadero desafío: la dieta
La investigación señala que el aumento de peso no se debe a un metabolismo defectuoso, sino al consumo excesivo de calorías, especialmente en períodos como las festividades.
Factores como el estrés, los hábitos alimenticios poco saludables y la edad contribuyen a un balance calórico positivo, lo que lleva al aumento de peso.
Pontzer también desmiente la efectividad de dietas milagrosas o suplementos para «acelerar» el metabolismo. “Las dietas bajas en carbohidratos o altas en proteínas no tienen un efecto significativo en la cantidad de calorías que quemamos diariamente”, afirmó.
La clave para controlar el peso radica en equilibrar las calorías consumidas con las quemadas, más que depender únicamente del ejercicio.
Aunque la actividad física es fundamental para prevenir enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida, no debe considerarse la única herramienta para perder peso.
En lugar de enfocarse exclusivamente en el ejercicio, los expertos sugieren adoptar hábitos alimenticios sostenibles y moderar la ingesta calórica. Este enfoque, combinado con el ejercicio regular, puede mejorar la salud general y facilitar el control del peso a largo plazo.
El estudio invita a repensar nuestras expectativas sobre el ejercicio, subrayando que, aunque no es el detonante principal para bajar de peso, sigue siendo esencial para mantener una vida saludable
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