SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Haitianos residentes en el país rehúsan participar en las elecciones presidenciales y congresuales de su país, pese a los llamados de convocatoria.
Mientras que la República Dominicana apoya los comicios por el fortalecimiento de las relaciones bilaterales.
Envueltos en sus quehaceres en Dominicana, los haitianos, se muestran escépticos y desesperanzados en torno al nuevo rumbo que tomará su nación.
En el Pequeño Haití las expectativas entre la diáspora haitiana son casi nulas sobre las cuestionadas elecciones.
Pero para la República Dominicana la celebración de comicios en el vecino país representa una nueva oportunidad para la nación más pobre de América.
Más de cuatro millones de haitianos están llamados a las urnas para elegir, de entre 18 candidatos, al nuevo jefe de Estado.
Entre los favoritos figuran la ex primera dama Mirlande Manigat, Jude Célestin, Michel Sweet Micky, Jean Céant y Charles Baker.
Aun así, el desinterés en algunos haitianos impera, hasta el punto de evadir el tema político.
Y es que la historia de Haití es particularmente trágica, con una clase política corrupta y recursos naturales diezmados. Según organizaciones internacionales es ejemplo de un Estado Fallido.
Mientras en Haití los nacionales se golpean para conseguir las autorizaciones para votar, a los haitianos disidentes no les importa quien gobierne en su nación, ya que tienen toda una vida construida en territorio dominicano y no abrigan intenciones de volver.
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