Jerusalén.- El movimiento islamista Hamás dijo hoy «no desmentir ni confirmar» las informaciones difundidas por medios israelíes sobre un posible alto al fuego con Israel, mediado por Egipto y que entraría en vigor el jueves por la mañana.
«No puedo desmentir ni confirmar los rumores sobre una propuesta de Egipto de un alto al fuego a partir del jueves a las seis de la mañana», dijo hoy Fawzi Barhum, portavoz del movimiento, en diálogo con un grupo de periodistas en un hospital de la Ciudad de Gaza.
La información fue difundida hoy por el Canal 12 de Israel, que señaló además que Hamás había aceptado el ofrecimiento de Egipto y que Israel aún no había respondido.
«Hasta ahora no recibimos ninguna información sobre un ofrecimiento de un alto al fuego», agregó Barhum, quien sugirió que la difusión de esta información por parte de un canal opositor al primer ministro, Benjamín Netanyahu, puede ser un intento «de presionarlo ante la opinión pública israelí».
Consultada por Efe sobre un posible alto al fuego, la oficina de Netanyahu no ofreció comentarios.
Estos rumores llegan en el marco de una creciente presión internacional, incluyendo por parte de Estados Unidos, para alcanzar un cese de las hostilidades entre Israel y las milicias palestinas en la Franja de Gaza.
La actual escalada bélica, que alcanzó hoy su novena jornada, ha dejado hasta ahora un saldo de al menos 217 palestinos muertos y 12 en Israel.
Si bien este martes no cesaron los disparos de cohetes desde el enclave (que ya superan los 3.300 en estos nueve días) ni los bombardeos israelíes, se redujo la frecuencia de los ataques, que se dieron de forma más espaciada y con menor intensidad.
En simultáneo con la violencia entre el Ejército israelí y las milicias de Gaza, miles de palestinos se manifestaron hoy en distintas ciudades de Cisjordania ocupada en rechazo a los bombardeos en la franja y a lo que describen como políticas de colonización israelíes.
Muchas de ellas derivaron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes, que las describieron como «violentas protestas» y que, por primera vez en mucho tiempo, fueron atacadas por manifestantes con armas de fuego.
La respuesta de las tropas a esos disparos y sus intentos de dispersión de los manifestantes dejaron un saldo de tres palestinos muertos y decenas de heridos.
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