x

Hasta el final

Enfoque

Por eso la lucha de María Corina merece el reconocimiento no solo de su pueblo, sino de todos aquellos que creemos en la democracia y en la libertad, y debemos ir con ella hasta el final como ha sido su lema desde que inició este proceso, por espinoso e interminable que pueda parecer el camino.

Imagen sin descripción
Escuchar el artículo
Detener

Nadie esperaba que el proceso electoral venezolano sería fácil, y aunque algunos pensaron que sería más de lo mismo, muchos se decidieron a luchar activamente porque los venezolanos acudieran a las urnas y la oposición obtuviera una apabullante votación que demoliera las reiteradas argucias de Nicolás Maduro y sus secuaces para mantenerse aferrados al poder que detentan desde hace 25 años, pero la forma poco transparente y creíble en que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lo declaró ganador, atribuyéndole un 51% de votos que es diametralmente contrario al resultado reflejado en las actas en posesión de la oposición, representa una estocada mortal a la esperanza que albergaban algunos de que los votos pudieran ser la vía para poner término a ese régimen y elegir un nuevo presidente  en ese país.

La oposición venezolana logró superar grandes desafíos, unificándose y organizando una lucha sistemática y continua, y aunque fue imposible derribar el obstáculo de la injusta inhabilitación de la candidata seleccionada mediante primarias, María Corina Machado, supieron seguir adelante proponiendo otra candidata Corina Yoris a la cual se le bloqueó la posibilidad de registrarse sin justificar razones, y sacaron debajo de la manga un candidato provisional, el exdiplomático Edmundo González, a quien luego convirtieron en candidato oficial y apoyaron de manera unánime, logrando traducir en votos a su favor el sueño de una Venezuela libre que muchos albergaban, quienes hoy con rabia, frustración e impotencia constatan que estos no cuentan, y que la calculadora del régimen es la que decide quien ganó y con cual porcentaje.

Maduro había dado muestras de que llevaría a cabo una estrategia de miedo y de que no respetaría la voluntad popular cuando se atrevió a advertir sobre la posibilidad de un “baño de sangre” si sus partidarios no garantizaban la victoria el 28 de julio, y cuando vaticinó “resultados irreversibles”, lo que aunque no era nuevo asustó hasta a su amigo Lula quien le recordó que “el que pierde se lleva un baño de votos, no un baño de sangre”, pero la oposición liderada por María Corina Machado valientemente resistió, y con el 73,2 % de las actas de votación que inteligentemente lograron recopilar de los testigos en las mesas de votación y publicar, reclama que ganaron las elecciones con 6,25 millones de votos frente a 2,28 millones de Maduro, y lograron que salvo el círculo de aliados habituales del régimen, la mayoría de los países y de las organizaciones internacionales reclamen la publicación de las actas que avalan los resultados, lo que el régimen se había negado a hacer.

Luego de dos días de protestas en la que varias personas perdieron la vida y muchas otras están heridas, mientras otras otros están detenidos, o temen por su integridad, Maduro apoderó a la Sala Electoral del Tribunal Supremo de justicia, pidiéndole que  certifique el resultado de las elecciones, como si no se supiera que ese poder judicial y todas las instituciones de su régimen responden a sus mandatos, y que ese ejercicio no será más que otra manipulación de los procedimientos y de las instituciones, como ha hecho con la farsa de sus procesos eleccionarios a los que acude no para someterse al escrutinio popular, sino a seguir vapuleando la democracia intentando vestirse de presidente, cuando sus maniobras y sus hechos son propios de un dictador.

Que el baño de votos que la oposición venezolana tenazmente logró y que quedan reflejados en las actas publicadas por esta, no sean en vano y recuerden al mundo el valor de la democracia y sus instituciones, la vulnerabilidad de estas, y el peligro que representan los regímenes autocráticos, los dictadores de nuevo acuño que al igual que los de antaño, juegan a sembrar el miedo, a apostar al cansancio acallando los justos reclamos, y fabrican resultados y diseñan instituciones a la medida de sus insaciables apetitos. Por eso la lucha de María Corina merece el reconocimiento no solo de su pueblo, sino de todos aquellos que creemos en la democracia y en la libertad, y debemos ir con ella hasta el final como ha sido su lema desde que inició este proceso, por espinoso e interminable que pueda parecer el camino.

Comenta con facebook
Recientes
Contenido más reciente en Noticias SIN

Expresidente Iván Duque será orador en Foro Caribe Naranja

OEA condena exilio forzado de Edmundo Gonzalez a España

El opositor venezolano Edmundo González llega a España

Elevan a 9 el número de muertos y 187 heridos por el paso del tifón Yagi

Israel cierra todos los cruces fronterizos a Jordania tras el ataque desde ese país

Cinco personas resultaron heridas tras el tiroteo en la autopista interestatal de Kentuky

José Quintana suma 100 victorias en la MLB

Día Internacional del Periodista