Redacción internacional.-«En las profundidades del Sena», es una película de terror que parte de la premisa de la aparición de tiburones en las aguas de este río de París. Estamos hablando de una cinta de ficción, pero ¿sería posible este hecho?
Expertos aseguran es extremadamente improbable que un tiburón pueda sobrevivir en el río Sena ya que estos son típicamente criaturas marinas y requieren agua salada para sobrevivir. Además, la calidad del agua y las condiciones ambientales del río Sena no serían adecuadas para la mayoría de las especies de tiburones.
Sin embargo, hay que a finales de mayo del 2023, murió una orca que se había adentrado en el río Sena, a 60 kilómetros del mar. Sobrevivió diez días en agua dulce.
Todo estaba listo para sacrificarla por el peligro que suponía para las embarcaciones, pero finalmente no hizo falta porque el cetáceo, que mostraba daños importantes en la piel, por heridas o alguna enfermedad, falleció.
Poco después, en agosto del año pasado, fue detectada la presencia de una beluga en el río parisino. Un equipo de rescate francés logró extraer del agua al animal extraviado en lo que fue el primer paso de la difícil tarea de devolverlo al mar.
La beluga, que pesaba alrededor de 800 kilos y se encontraba muy mal de salud, pudo ser levantada en una red con una grúa y colocada en una embarcación donde fue atendida por veterinarios.
Pese a esto el ejemplar tuvo que ser sacrificado durante su traslado hasta el puerto de Ouistreham, donde se había preparado una cuenca con agua de mar en una esclusa.
Aunque existen algunas especies de tiburones, como el tiburón toro, que pueden vivir en agua dulce, aún necesitan condiciones muy específicas que probablemente no se encontrarían en el río Sena.
Además, estos tiburones generalmente no migran a ríos a menos que estén en busca de alimento, y es improbable que el ecosistema del río Sena pueda soportar una población de tiburones.
En el hipotético caso de que algún ejemplar fuera trasladado a este entorno fluvial, cabe destacar que trasladar escualos a ambientes para los que no están adaptados podría tener consecuencias perjudiciales tanto para los propios animales como para el ecosistema local. Por lo tanto, aunque teóricamente podría ser posible encontrar un tiburón en el río Sena, en la práctica es muy improbable y, desde luego, no sería deseable desde un punto de vista ecológico.
El doctor en ecología marina Lucien Besnard ha sido entrevistado por el medio Actu Paris sobre este particular. El experto señala que «los tiburones suelen subir ríos, es algo bastante normal», por lo que ve «factible» que un tiburón termine en el Sena, «aunque sería raro».
Los posibles motivos serían «múltiples», considera el experto, quien recuerda que la beluga y la orca que fueron a parar al Sena fue «un poco por accidente, y además de eso, estaban enfermos».
Sin embargo, los tiburones «pueden explorar los ríos, ya sea para alimentarse o simplemente porque migran por motivos relacionados con la temperatura del agua», apunta.
Los tiburones toro suelen ir a los ríos, porque se sabe que viven en estas aguas: «En diferentes etapas de su ciclo de vida ascienden mientras soportan un nivel de gradiente de salinidad. El tiburón toro es un habitual de estos hábitats, pero también tiene capacidades fisiológicas para evolucionar allí. Mientras que un tiburón blanco evoluciona más cerca de las zonas costeras».
Preguntado sobre qué habría que hacer en el caso de que un tiburón acabase en el río, Lucien Besnard es claro: «no creo que hubiera mucho que hacer, y no valdría la pena sacarlo a rastras del río. El tiburón evoluciona en áreas extremadamente impactadas por el hombre. Algunos de ellos viven cerca de costas muy urbanizadas. En cualquier caso, hay muy pocas posibilidades de que haya un encuentro fatal entre un tiburón y un humano«.
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