NUEVA YORK.- El señor John Ballantine Niven fue identificado como la víctima número 1,650 producto de los atentados ocurridos el 11 de septiembre del 2001, luego de que sus restos fuesen examinados por las autoridades de Nueva York.
Niven tenía 44 años en ese entonces, y se desempeñaba como vicepresidente senior de Aon Risk Services en la planta 105 de la Torre 2, de acuerdo al medio New York Times. Los médicos forenses pudieron identificarlo a él y a muchas otras víctimas gracias a los análisis avanzados de ADN. Sin embargo, el 40% continúan sin reconocer, de acuerdo a la oficina del alcalde Eric Adams.
Fue una de las casi 3,000 personas que murieron después de que los terroristas secuestraran y estrellaran dos aviones contra las torres gemelas.
«Aunque el dolor por las pérdidas del 11 de septiembre nunca nos abandona, la posibilidad de nuevas identificaciones puede ofrecer consuelo a las familias de las víctimas.
Estoy agradecido por el trabajo en curso del Jefe Médico Forense que honra la memoria de John Ballantine Niven y de todos los que perdimos», dijo el alcalde de Nueva York, Eric Adams.
El supervisor de Oyster Bay, Joseph Saladino, dijo: «Este avance de la tecnología ayuda a traer la paz a la familia del Sr. Niven y le permite descansar en paz«.
A Niven le sobreviven su madre, dos hermanas, su hermano, su esposa y su hijo, que tenía 18 meses en el momento de su muerte.
Como se explicó anteriormente, aún hay 1,103 víctimas, correspondientes al 40 % de los fallecidos, sin identificar. La OCME ha revolucionado el proceso de identificación mediante el uso de tecnología de secuenciación de próxima generación.
El proceso implica recolectar muestras de ADN de los restos, que pueden ser tejidos, sangre, huesos o dientes.
Estas muestras se analizan en laboratorios especializados para extraer y purificar el ADN. Luego, se comparan los perfiles genéticos obtenidos con muestras de ADN de familiares potenciales o bases de datos existentes.
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