MONTEVIDEO.- En el marco de la celebración del Día Nacional de Prevención del Suicidio, el Ministerio de Salud Pública (MSP) de Uruguay anunció que implementará nuevas líneas de actuación para luchar contra esa problemática, principal causa de muerte violenta en el país.
«Es un problema de salud muy importante, es la principal causa de de muerte violenta, pero por ser un problema de salud, complejo y multicausal se necesita de un abordaje intersectorial», dijo el responsable del Programa Nacional de Salud Mental, Ariel Montalbán, que expresó su intención de trabajar en colaboración el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y del Interior.
Añadió que el nuevo plan incluirá algunas líneas de trabajo en las que hasta ahora no se había profundizado lo suficiente.
El responsable del área de Salud Mental ofreció los datos de suicidios registrados en Uruguay en 2014, estableciendo una tasa de suicidios del 17,4 por cada 100.000 habitantes, correspondiente a 601 casos en total.
Montalbán indicó que la tasa de suicidios se mantiene en valores muy parejos con respecto a años anteriores, y que desde 2002, durante la grave crisis económica que azotó al país, en que alcanzó el 20,6 por 100.000 habitantes, no subió por encima de los 17,7 por 100.000 habitantes registrada en 2012.
La relación entre el trastorno psiquiátrico y el suicidio alcanza el 90 %, una vulnerabilidad que confluye con diferentes determinantes sociales, del entorno, familiares y de trabajo, agregó el dirigente.
El funcionario hizo referencia al combate del consumo de sustancias psicoactivas y de la violencia de género o el establecimiento de un protocolo de seguimiento de una persona de la que existe notificación de intento de autoeliminarse como líneas en las que trabajar desde una perspectiva de salud.
En lo que respecta al consumo de sustancias psicoactivas, el responsable ministerial dijo que fue un tema contemplado en el anterior Plan de Prevención (2012-2015) por la Secretaría Nacional de Drogas.
«No se puso específicamente en el primer plano (…) y en este periodo pretendemos que el MSP lo tome con más propiedad», observó.
Por otro lado, Montalbán indicó que el MSP «ha avanzado en algo que se inició en el periodo pasado, la notificación obligatoria del intento de autoeliminación» y que el siguiente paso es establecer un protocolo de seguimiento de los intentos de suicidio que se está elaborando.
Por edades, el dirigente subrayó que hay tres picos que destacan sobre el resto, los correspondientes a los grupos de edad de 20 a 24 años (24,7 por 100.000 habitantes y 64 casos en total); de 40 a 44 años (27,1 por 100.000 habitantes y 60 sucesos) y a partir de 70 años, donde la tasa alcanza los 33,4 por 100.000 habitantes en personas de más de 90 años.
Montalbán quiso significar que en jóvenes y adolescentes de entre 15 y 19 años la tasa ha disminuido desde los 43 casos de 2013 a 32 en 2014.
Por sexos, los datos ofrecidos establecieron una tasa de 25,38 por para los hombres y de 6,92 para las mujeres, siempre por cada 100.000 habitantes.
«El manejo de las cifras tiene que hacerse de una manera muy cuidadosa porque desde el punto de vista estadístico pequeñas variaciones en los números producen grandes variaciones en las tasas», comentó Montalbán, que recomendó observar periodos más largos para sacar conclusiones.
Finalmente, el funcionario expresó «hay que poner el suicido en agenda» y «visibilizar el tema».
«El estigma y la discriminación son las principales barreras para que disminuya la problemática del suicidio», aseguró.
«Pero hablemos de determinada manera, hay que cuidar cómo hacerlo, con un enfoque de derechos, como cuando se habla de la infancia», continuó.
