Siento pena cuando veo a líderes de la oposición reducir su capacidad de conceptualizar a la negación de realidades comprobables mediante cifras, medidas, datos y pruebas irrefutables. Un caso es el éxito sin precedentes del Gobierno en el combate al narcotráfico. En 2024, casi 90 toneladas de drogas fueron decomisadas en puertos y rutas marítimas. También fue atacado duramente el micro-tráfico, incautando más de 15 toneladas de sustancias en la calle. Desde agosto de 2024 a febrero, fueron interceptadas 45 toneladas, lo que significa que en un solo semestre las autoridades decomisaron más narcóticos que durante los ocho años completos del gobierno anterior, cuyo total fue menos de 42 toneladas. La colaboración entre la DNCD y el DNI con agencias estadounidenses es notable. Este resonante éxito de Luis Abinader demuestra que con voluntad política, aplicación de controles y macana legal, no hay problema irresoluble. Ningún reto político local ofrece tanto peligro como desafiar el poder del narco. Es vergonzoso que en este y otros temas igualmente relevantes, la mezquindad partidista impida que un sólido consenso nacional reconozca este gran logro del presidente Abinader ni aporte para resolver otros urgentes problemas.
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